"Le hice la maniobra del mataleón, se me apagó la tele": el femicida de Catalina Gutiérrez confesó el crimen en el juicio
Néstor Soto reveló que estranguló a la víctima tras una discusión en su departamento, en un acto de "desconexión emocional". Después trató de "prenderse fuego" junto al cuerpo de su amiga, pero no pudo.
Luego de que modificaran la imputación de Néstor Soto por el crimen de la influencer cordobesa Catalina Gutiérrez, el femicida confesó el asesinato durante el juicio oral y describió la pelea que tuvieron antes del fatídico desenlace: "Le hice la maniobra del mataleón, se me apagó la tele".
Según reconstruyeron en el marco de la sexta audiencia, los entonces amigos habían acordado reunirse en el bowling de Patio Olmos, pero el encuentro en ese lugar nunca se concretó. El detective de Homicidios Rodolfo Palazzi mostró el análisis de los celulares y exhibió que ambos quedaron en verse en la casa de Soto.
El acusado relató que la discusión comenzó cuando Catalina llegó a su vivienda y le reprochó, supuestamente, no haberla invitado a una reunión con amigos de la facultad de Arquitectura, mientras él terminaba de arreglarse. "Le comenté que me iba a cambiar la ropa y me dijo 'dale, culiado, encima de que no me invitás, te tengo que esperar'", inició.
"Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije ‘tomátela’. Ahí ella me contestó: ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’. Y me pegó una cachetada", continuó el oriundo de Bariloche, al tiempo que él le retrucó con otro golpe: "Le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo ‘pelotudo, me pegaste re fuerte’, me agarró de la remera y estábamos los dos en el piso peleando".
En ese instante, Soto contó que le aplicó la maniobra de estrangulamiento hasta que la joven de 21 años quedó inconsciente. "Ella estaba en el piso y me toca el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Ella me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. Como que, no es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción", completó.
Sucesivamente, el femicida contestó algunos mensajes desde el celular de su víctima, subió el cuerpo a su auto y lo abandonó en un descampado de barrio Ampliación Kennedy. De hecho, también contó que intentó prenderse fuego junto al cadáver, pero no logró concretarlo. "Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar", detalló.
"Perdón por no haber tenido los huevos en el momento de decir que maté a una persona. Cuando llegué a la comisaría, vi al papá, a la mamá y a la hermana y dije: ‘Ni en pedo hablo acá’. Seguí mintiendo. Dicen que se me vio nervioso", confesó en el marco de un juicio que seguirá este miércoles, con los alegatos de las partes.