La cantidad de víctimas por el terremoto más mortífero en más de seis décadas en Marruecos ya aumentó casi a 2.500 muertos y 2.476 heridos, según anunció el Ministerio del Interior del país africano. Varias naciones, entre ellas la Argentina, se solidarizaron y ofrecieron asistencia ante la devastación que atraviesan los marroquíes.

El informe anterior sobre víctimas fatales reportado el domingo, había confirmado la muerte de 2.122 personas, pero un comunicado difundido este lunes por las autoridades marroquíes indicó que ese número ascendió a 2.497.

Equipos de rescate trabajan sin parar en la búsqueda de sobrevivientes (Foto: Reuters vía NA).

El sismo, ocurrido el pasado viernes, fue de magnitud 6,8 según los servicios estadounidenses, mientras que en el centro marroquí llegó a ser de 7 puntos de acuerdo a estadísticas locales. Se trató del terremoto más potente en el norte de África desde que se tienen registros modernos. 

La provincia de Al Hauz, epicentro del sismo, fue la más golpeada, seguida por Tarudant. En ambas se destruyeron aldeas completas. Además, en las últimas horas, un nuevo temblor de 3,9 en la escala Richter sacudió esa zona, según informó la agencia Europa Press. De acuerdo con las fuentes consultadas, el nuevo temblor se produjo a las 7:59 hora local, al sur de Marrakech. 

En Marrakech, la ciudad más cercana al epicentro del devastador sismo, donde los residentes pasaron la noche a la intemperie temerosos de volver a sus casas, el minarete o torre de una mezquita cayó en la plaza Jemaa al-Fna, el corazón del casco antiguo, que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.   

Familias durmiendo en la calle por temor a volver a sus hogares (Foto: Reuters vía NA).

"Todo es por la voluntad de Dios, pero hemos sufrido grandes daños", dijo Miloud Skrout, un residente de esa urbe. Sofía Catalá, una española que vive en el centro de Marrakech, relató en la noche del viernes a la televisión que durante el terremoto “se empezó a mover el suelo como en un bombardeo”. “Pensé que se caía el edificio. Ahora está todo el mundo en la calle en pijama”, añadió.

Una argentina que se encontraba en la zona de Marrakech el 8 de septiembre por la noche, cuando comenzó el sismo, relató: “Lo primero que sentí fueron pedacitos del techo cayendo".

"Pensé que se desmoronaba el edificio (…) Al segundo que caen los pedazos, empieza a temblar todo”, relató la Yamila Ditlter, quien agregó sobre su vivencia a un medio local: “Era como si fuera una película de esas que uno imagina que no pasan en la vida real”.

Las ciudades más golpeadas

En Marrakech, algunas casas del apretado casco antiguo se habían derrumbado y la gente trabajaba sin descanso para retirar los escombros a mano mientras esperaban la llegada de equipos pesados, dijo el residente Id Waaziz Hassan.   

Imágenes de la muralla medieval de la ciudad mostraban grandes grietas en una sección y partes caídas, con escombros esparcidos por la calle.  

Otro residente de Marrakech, Brahim Himmi, señaló que vio ambulancias saliendo del casco antiguo y muchas fachadas de edificios dañadas. Dijo que la gente estaba asustada y se quedaba fuera por si se producía otro terremoto. "La lámpara de araña se cayó del techo y salí corriendo. Sigo en la calle con mis hijos y tenemos miedo", indicó Houda Hafsi, de 43 años.

Los habitantes de la capital marroquí, Rabat, a unos 350 kilómetros al norte de Ighil, y de la ciudad costera de Imsouane, a unos 180 kilómetros al oeste, también huyeron de sus casas por temor a un sismo más fuerte, según consignaros testigos a la agencia Reuters.   

En Casablanca, a unos 250 kilómetros al norte de Ighil, la gente que pasó la noche en la calle estaba demasiado asustada para volver a sus casas.   

Marruecos experimenta terremotos con frecuencia en su región septentrional, debido a su posición entre las placas africana y euroasiática, pero hacía décadas que no se producía un movimiento de esta magnitud y nivel de devastación.

Marrakech fue la ciudad que más destrozos sufrió (Foto: Reuters vía Na).

Las principales reacciones

Naciones Unidas está dispuesta a ayudar al Gobierno marroquí en "sus esfuerzos para asistir a la población afectada", dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, en un comunicado. Marrakech acogerá a principios de octubre las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

El papa Francisco expresó sus condolencias por las más de 1.000 víctimas fatales del terremoto, lo mismo que los gobiernos de varios países, como España, Reino Unido, Italia, Israel y Estados Unidos, que además fueron los primeros en ofrecer su colaboración para las tareas de rescate.

Idéntica actitud adoptaron más tarde los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Ucrania, Volodimir Zelensky; de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y de China, Xi Jinping.

La Cancillería argentina, a través de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria-Cascos Blancos (Aciah), envió un ofrecimiento formal y urgente de ayuda humanitaria a Marruecos.

"En nombre del Gobierno y el pueblo argentino, mi más sentido abrazo a todo Marruecos", escribió, en tanto, el presidente Alberto Fernández en su cuenta de X. El mandatario añadió: "En estos momentos de profundo dolor, la Argentina se solidariza con quienes han perdido a sus seres queridos y se pone a disposición para brindar la ayuda que se necesite".

La cartera que encabeza Santiago Cafiero y la titular de la Aciah, Sabina Frederic, pusieron a disposición de las autoridades de Marruecos el despliegue inmediato del Equipo Mediano de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR) ARG 12, cuyos integrantes han sido capacitados y entrenados bajo los estándares y normas del Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate Insarag.

Argelia, por su parte, anunció la apertura de su espacio aéreo a los aviones con ayuda humanitaria para las víctimas de la tragedia en Marruecos, país al que había cerrado la circulación de aviones civiles y militares en septiembre de 2021.

Además, todos los jugadores de la selección masculina de Marruecos decidieron donar sangre para colaborar con los damnificados.