El G7 está en conflicto. La tradicional cumbre diplomática que realizan todos los años los siete países más industrializados del mundo, se está desarrollando en un clima tenso.

La reunión de dos días iniciada ayer en La Malbaie, a unos 140 kilómetros de Quebec, Canadá, abrió con una foto en conjunto de los mandatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido

El encuentro comenzó con una serie de conversaciones amenas que ocultaron las rispideces que se venían gestando en los días previos.  

Tanto Canadá como la Unión Europea se vieron afectados por la reciente decisión de Trump de imponer aranceles al acero y el aluminio, en las últimas semanas. Frente a este panorama, Emmanuel Macron, Angela Merkel, Theresa May y Giuseppe Conte se negaron rotundamente a siquiera considerar la propuesta que traía el presidente de Estados Unidos a la cumbre anual: volver a incluir a Rusia como miembro del G7.

El país presidido por Putin, quien ha tenido conflictos diplomáticos con el gobierno inglés de Theresa May a principios de año, fue eliminado del grupo selecto de siete en 2014 cuando decidieron apropiarse de la península ucraniana de Crimea.

Trump, cada vez más cercano a Rusia, quería reinsertarlo en la Cumbre pero sus colegas le negaron la petición en una movida política que pareció ser una venganza a la imposición de aranceles.   

"Yo diría que es más sincero llamar por su nombre a las diferencias de opinión y seguir trabajando para superarlas, a hacer como si todo estuviera en orden. Desde mi punto de vista es en todo caso importante no retroceder respecto de los acuerdos que alcanzamos también el año pasado", expresó la canciller alemana Angela Merkel, al final del primer día de reunión. 

En el clima tenso, la cumbre buscará que los líderes discutan sobre acuerdos comerciales, trabajo, igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, cambio climático y cómo construir un mundo más pacífico y seguro.

"Estamos trabajando de hecho en reducir aranceles y hacer que todo sea muy justo para ambos países. Y hoy hemos logrado grandes progresos. Veremos cómo resulta todo", dijo muy optimista Trump tras reunirse con Justin Trudeau, el primer ministro canadiense.