Israel lanzó este martes una ofensiva a gran escala contra Hamas, con bombardeos en varios puntos de la Franja de Gaza y la orden de evacuar zonas fronterizas, luego de que la organización extremista rechazara las propuestas de los mediadores para avanzar en un nuevo alto el fuego. "Si hubiéramos seguido esperando, la situación habría quedado estancada", aseguraron desde el gobierno de Benjamín Netanyahu.

Así lo señaló el ministro de Asuntos Exteriores del Estado judío, Gideon Sa'ar, quien durante una conferencia de prensa en la ciudad de Dimona subrayó: "Mientras no usamos la fuerza, no pasó nada". 

Previamente, la Oficina del Primer Ministro de Israel había señalado en la red social X que el ataque tenía la intención de "lograr los objetivos de la guerra determinados por el escalafón político, incluida la liberación" de los rehenes. En ese marco, exigió también desmantelar la infraestructura militar y política del grupo terrorista.

TE PODRÍA INTERESAR: Trump y Putin dialogarán este martes sobre un posible acuerdo de alto el fuego entre Rusia y Ucrania

La agencia de noticias Xinhua reportó que al menos cinco altos funcionarios de Hamas y sus familias estaban entre los muertos, según revelaron fuentes de seguridad de la entidad: Issam al-Daalis, miembro del Buró Político y jefe del Comité de Seguimiento al Gobierno en Gaza; Ahmed Omar al-Hatta, viceministro del ministerio de Justicia; Mahmoud Abu Watfa, viceministro del Interior; Bahjat Hassan Abu Sultan, director general del Servicio de Seguridad Interior; y Abu Obeida al-Jamasi, también integrante del Buró Político del grupo extremista y jefe del Comité de Emergencia en Gaza. 

"Las puertas del infierno se abrirán", advirtió el gobierno de Tel Aviv tras el recrudecimiento del enfrentamiento en Gaza. Además, instó a la evacuación de las zonas fronterizas debido al peligro inminente. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) recibieron instrucciones del premier y del ministro Israel Katz para intensificar los ataques, según indicó un comunicado oficial difundido en The Times of Israel.

"A partir de ahora, Israel actuará contra Hamas con una fuerza militar cada vez mayor", añadieron las autoridades, que confirmaron la semana pasada que contaban con la aprobación de la cúpula política del país para la reanudación de las operaciones militares.

En este contexto, el Comando del Frente Interno de las FDI anunció la suspensión de las clases en las ciudades israelíes cercanas al límite con el enclave palestino. Pese a que las directrices se actualizaron tras las operaciones militares iniciales, permanecen las restricciones en las regiones occidentales del Néguev y del oeste de Laquis. Además, el Estado judío alertó sobre una posible ampliación de su operación antiterrorista en Gaza más allá de los ataques aéreos.

Estos bombardeos se producen tras casi dos meses de cese de las hostilidades en la guerra de 17 meses que se inició luego de la incursión terrorista del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamas. Desde el alto al fuego del 19 de enero último, decenas de rehenes fueron intercambiados por casi 2.000 prisioneros palestinos.

En tanto, el lunes último, Israel también bombardeó el sur de Líbano y de Siria, en ataques dirigidos contra militantes que planeaban atentados, de acuerdo a lo que reveló el gobierno de Netanyahu. En el segundo caso, los bombardeos impactaron en un área residencial de la ciudad de Daraa, pese a que el Ejército israelí declaró que el avance tenía como objetivo algunos centros de mando militar y sitios con armamento pertenecientes a las fuerzas del dictador Bashar al-Assad que -según expresaron- representaban una amenaza.

Más tarde, en el centro de la Franja de Gaza, dos ataques impactaron en las cercanías del campamento de refugiados de Bureij y uno alcanzó una escuela utilizada como refugio para desplazados, lo que provocó la muerte de un hombre de 52 años y su sobrino de 16, según indicó el Hospital Mártires de Al-Aqsa.

Mientras tanto, Egipto, Qatar y Estados Unidos intentan continuar mediando y avanzar en los próximos pasos del acuerdo mutuo. En este marco, Israel exige que Hamas libere a la mitad de los rehenes restantes a cambio de negociar una tregua duradera, mientras que la agrupación radical palestina insiste en cumplir con las negociaciones pautadas como parte de la segunda fase del pacto ya fijado. Según estimaciones, los extremistas retienen a 24 cautivos israelíes con vida y los cuerpos de otros 35.