En uno de los países más pobres del mundo, no hay razón económica que justifique no estar a la moda. En las calles de tierra de Brazzaville, la capital de la República del Congo, resaltan las coloridas prendas de los congoleños que ahorran mucho dinero para poder acceder a las marcas más renombradas del mundo.

Gucci, Ives Saint Laurent, Prada, Dolce & Gabana son la perdición de los ciudadanos que convierten los pasajes en verdaderas pasarelas. 

Fuentes: CNN y El País