El 1 de enero del 2019 Jair Messías Bolsonaro asumirá como Presidente de Brasil y una nueva etapa política, social y económica comenzará en el país más influyente de la región y principal socio de la Argentina. El giro a la derecha representará cambios en la sociedad así como en muchos colectivos brasileros, atacados incluso por el mismo Bolsonaro en entrevistas y declaraciones públicas. 

Frente a su inminente llegada al poder, miembros de la comunidad LGBT realizaron el sábado un casamiento masivo, atemorizados de que cuando inicie la gestión del militar, este derecho sufra un retroceso. En esta línea, 38 parejas gays se enlazaron esta tarde en una boda colectiva en São Paulo, la mayor ciudad del gigante sudamericano.

No faltó nada de lo que tiene que tener un casamiento y los condimentos estuvieron a la orden del día: la marcha nupcial, trajes de gala, vestidos, y el arroz para desear prosperidad y felicidad a la pareja, entre otras formalidades.

El acto fue una iniciativa de Casa 1, una ONG que acoge a personas del colectivo LGTBI en situación de riesgo y que ayudó a estas parejas a través de una campaña de financiación popular que recaudó cerca de 50.000 reales.

En una entrevista para la revista Playboy, en junio de 2011, el flamante mandatario electo de Brasil afirmó que "sería incapaz de amar a un hijo homosexual" y que prefería que “muera en un accidente" a que "aparezca con un hombre con bigote por ahí”. No obstante, Bolsonaro se comprometió esta semana en un acto a gobernar para “todos los brasileños, sin prejuicios de sexo, raza o religión”.

En Brasil no existe ninguna legislación sobre el casamiento entre personas del mismo sexo, pero se permite en los registros civiles en función de una decisión judicial adoptada en 2013. La ceremonia fue oficiada por la actriz travesti Renata Carvalho, quien afirmó ante los presentes que "hoy el amor venció una vez más".