En un fin de semana histórico para la música internacional en el país, el Lollapalooza Argentina cerró su ciclo de destacados espectáculos en su décimo aniversario con una presentación colmada de público de la artista estadounidense Olivia Rodrigo. En la víspera, más de 1.000 drones sobrevolaron el predio, donde el canadiense Shawn Mendes también enamoró y enloqueció a la multitud, que ya se había exaltado por la primera visita de Tool y el regreso de la gran Alanis Morisette, que deleitó a su público, al igual que Justin Timberlake.

Las tres jornadas fueron deslumbrantes y este último domingo miles de fanáticos llegaron al Hipódromo de San Isidro para el Día 3 del festival, con la misma energía y entusiasmo que fueron un sello.

El público vibró en un fin de semana inolvidable del evento que marcó un antes y un después en la manera de disfrutar de la música en vivo. La ansiedad por el debut de Rodrigo en suelo argentino copó la parada, mientras que también se dio la segunda visita de Rüfüs Dü Sol, la vueta de Tan Biónica y la presentación de Nathy Peluso.

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Hubo, en cada noche, espectáculos de rayos lásers, luces y música por doquier. Tampoco faltó la polémica, como cuando el trío Dum chica mostró una imagen del presidente Javier Milei con cuernos y sangre en la pantalla gigante. Desde el entorno del festival aún no hubo una condena oficial, mientras sectores del público cuestionaron el uso político del espacio y la falta de límites editoriales por parte de los organizadores.

Una de las actuaciones más esperadas en el final de la edición 2025 era la de la cantante estadounidense de 22 años. Irrumpió en escena ante la marea teñida por los brillos y luces de los celulares de los seguidores que la aguardaban desde muy temprano y vivieron una fiesta, en la que incluso por momentos la cantidad de gente parecía desbordarlo todo. 

Abrió su serie con "Obsessed" y le marcó el ritmo a una presentación que fue, desde el primer acorde, un desborde de expectativas. La joven bajó al nivel del público, saltó, gritó y se entregó a una masa enloquecida que coreó cada canción.

En la jornada previa, Shawn Mendes había sido el encargado de clausurar el segundo día del festival. Vestido de remera roja y pantalón negro y siempre con guitarra en mano, cantó "There’s nothing holdin’ me back" y después sorprendió a todos al interpretar aunque sea unas estrofas de "Gracias a la vida", el clásico de Violeta Parra que inmortalizó Mercedes Sosa. También tuvo que pedir disculpas públicas a los chilenos luego, por olvidar el detalle de la autora de la poesía.

El viernes, primero de la serie de tres días, Morisette y Timberlake fueron las gemas de un espectáculo que se desarrolló en cinco escenarios: el Flow Stage, el Samsung, el Alternative, el Perry's y el Kidzapalooza. También destacaron Wos, Nathy Peluso y Tan Biónica, entre muchos otros grandes artistas nacionales e internacionales.