"El canje de deuda impulsado por el Ministerio de Economía, que fuerza a los organismos públicos a pesificar su tenencia de deuda en dólares, resulta objetivo y fácticamente ruinoso", sostuvo Bullrich al argumentar la medida.

"El mero anuncio del canje nos deja al borde del default", consideró y, para esa conclusión, apeló a un informe de la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings.

La precandidata a presidente por Juntos por el Cambio sostuvo que "no hay más que comparar la cotización de bonos equivalentes (mismas condiciones, en pesos y en dólares) con ambas legislaciones (nacional y estadounidense) para verificar el perjuicio que este cambio conlleva".

"Además, se exige a los organismos públicos que se desprendan de los bonos en dólares de ley nacional, para destinar el 70% del producido a la compra de bonos en ARS y el 30% restante quedar a libre disposición de los organismos públicos para cubrir gastos.

¿No hay pérdida patrimonial en este caso utilizada para gastos corrientes? ¿Se va a usar con fines electorales?", se preguntó Bullrich.

Sobre el impacto en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) evaluó que el DNU 164/23, "desdibuja" los límites que la ley impone en relación al funcionamiento, financiamiento y administración" porque "permite administrar y entregar activos sin los controles necesarios establecidos por las leyes 24.241 y 26.425 (prevén el Sistema Integrado de Jubilaciones)".

"El riesgo de caer en un desfinanciamiento del FGS, a raíz de la mala inversión del mismo, se producirá en tanto no se garanticen los dividendos que se deben generar conforme a la ley (se traducirá esto en un daño irreparable)", añadió.

A su vez, apuntó al manejo por parte de la titular de ANSES, Fernanda Raverta, al sostener que "debe cumplir con la función de salvaguardar el interés actual y a futuro del FGS, y su complicidad en la entrega y desfinanciamiento podrá generar su responsabilidad por el incumplimiento de su deber como funcionario público".