Argentina está ante un “momento crítico, previo a una oferta de canje de deuda”. Esas fueron las palabras que expresó el ministro de Economía, Martín Guzmán antes de entrar a la reunión con técnicos del FMI en Washington. Duró dos horas, y tuvo como objetivo avanzar en una renegociación de pagos por los US$ 44.000 millones que otorgó el Fondo al país.

El encuentro de este lunes permitirá seguir trabajando en la sustentabilidad de la deuda argentina indicó el ministro. Según Guzmán buscarán seguir profundizando en un  "entendimiento mutuo", ya que se estaría atravesando un "momento crítico porque es previo a una oferta de canje de deuda”.

Como representantes del FMI estuvieron la directora adjunta del departamento del hemisferio occidental, Julie Kozack y el jefe de la misión Argentina, Luis Cubeddu. El fin de semana, el Gobierno anunció que accedería a una “consulta del Artículo IV” del Fondo, una revisión de las variables de la economía como cuentas monetarias, fiscales y del sector externo que permitirían acordar un nuevo programa.

Por su parte, el ministro se encontraba acompañado del representante de la Argentina ante el FMI, Sergio Chodos. “Seguimos con el diálogo, buscando continuar profundizando el entendimiento sobre cuestiones de la deuda y la economía”, explicó el titular de Economía antes de entrar al encuentro.

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En la capital estadounidense lo esperaba el embajador argentino, Jorge Argüello que asumió su rol como coordinador de las relaciones entre los organismos multilaterales. Lo acompañará en sus reuniones y actividades.

La agenda continuará el martes en Nueva York esperan encontrarse con representantes de bancos y fondos de inversión que poseen tenencias de deuda en el país. La fecha límite para la restructuración es el 31 de marzo.

La reunión con los acreedores entran en contexto para seguir la línea del Análisis de Sostenibilidad presentado en el Congreso y dentro del Cronograma para la reestructuración de la deuda publicado por la cartera de Hacienda. Reuniones estratégicas con los fondos y bancos que poseen las tenencias más relevantes de bonos argentinos.

Dado que el FMI respaldó al Gobierno, los bonistas tendrían que prepararse para aceptar pérdidas por sus tenencias de títulos. El mensaje fue claro y la Argentina podría realizar ofertas agresivas que complicarían aún más las relaciones con el mercado y extender los plazos hasta un punto donde no haya seguridad de pagos.