"Es hora de salir corriendo": aleja Forbes a los inversores de Argentina en medio del rally del dólar
"Argentina se veía bien para los para los líderes de los mercados emergentes y para los inversionistas de activos hacia finales de 2017. Todos creyeron en el Gobierno de Mauricio Macri. Él estaba haciendo las cosas correctas. Argentina iba a volver, de hecho, a los mercados de capital con abrazos de bienvenida. La recepción ahora se está volviendo fría”, comienza la lapidaria columna de la revista Forbes escrita por el periodista de internacionales, Kenneth Rapoza.
Así empezaba el análisis de la revista Forbes, cuyo título fue "¿Es momento de irse de la Argentina?”, luego de que el dólar perforara los 23 pesos y llegara a un récord histórico luego de una corrida cambiaria con pocos precedentes. A eso se le suma que el Banco Central utilizó en los últimos días varias herramientas para evitar este salto: intervino con más de cinco mil millones de dólares y elevó en dos ocasiones la tasa de interés que empodera a la Lebacs.
La nota cita a dos especialistas del universo financiero internacional que criticaron el rumbo económico de Mauricio Macri. "El equipo económico de Argentina parece perdido", asegura Fernando Pertini, asesor financiero de Millenia Asset Management. Por su parte, Jorge Compagnucci, analista de TMG Target Market Global considera que el Gobierno se está quedando "sin tiempo".
"Es hora de salir de Argentina y salir corriendo. El carry trade es lo que mantuvo al país a flote. Es entonces cuando los inversores de países con bajos intereses obtienen préstamos en sus países para adquirir deuda de otra naciones, que rinde mayor interés. Ese comercio, en la Argentina, es aún menos atractivo, porque -sin importar qué- los inversores en bonos todavía quieren ver un crecimiento y Argentina lucha por lograrlo. La economía ha sido una montaña rusa. 10% en 2009. 2% abajo. 2% arriba.2% abajo. 2% arriba. Así es la imagen", sigue el artículo.
Además, el artículo enumera algunas causas por las cuales Argentina ya no es confiable para los merados financieros internacionales. La nota menciona que el bono emitido a 100 años en 2017 se vende a apenas 86 centavos por dólar. Al mismo tiempo, la publicación remarca que el Gobierno no puede controlar la inflación ni la volatilidad y, por último, resaltan la principal causa internacional de la depreciación de la mayoría de las monedas: el aumento de la tasa de interés del Tesoro de los Estados Unidos.