Fuente: NEO2.

La primera serie argentina producida por el gigante audiovisual Netflix desembarcó en los menúes de los usuarios el pasado 16 de marzo con no pocas críticas de parte de los analistas de cine y televisión. Es que Edha, protagonizada por Juana Viale y Andrés Velencoso, lleva en el germen de su idea una potencialidad que aparentemente no ha sabido explotar. ¿De qué va? La diseñadora de modas Edha Abadi (Juana Viale) es una chica bien y madre soltera cuya empresa de indumentaria está en manos de su padre Lorenzo, un oscuro empresario abocado a la generación de dinero y a la búsqueda de inversores internacionales. 

El conflicto irrumpe cuando se incendia un taller clandestino en donde el padre de Edha manda a coser la ropa de la empresa (sin que su hija sepa), y la Justicia comienza a investigar el inframundo de la confección de ropa en condiciones de marginalidad. Paralelamente, Teo -hermano del capataz del taller, muerto durante el incendio- comienza a investigar el mundo de Edha para cobrarse venganza y consigue trabajo a su lado, lo que le permite conocer la contracara del universo de la moda: el de la gente que se hace rica a costa del trabajo esclavo.

Lo que nos gustó: Burman hace un trabajo visual correcto, con tomas panorámicas de la ciudad de Buenos Aires y buena construcción de las imágenes de los barrios populares. La visibilización de la problemática de los talleres clandestinos, los oídos sordos de la Justicia, las mafias de la confección de ropa y el mundo de las modelos de cabotaje (de la mano de Yastin, un simpático personaje creado por Flavio Mendoza) son porotos a favor de la serie. 

Fuente: Shows argentinos

La articulación entre el universo glamoroso y la marginalidad está lograda de manera efectiva por Burman, quien utilizó a diseñadores argentinos consagrados para las creaciones de pasarela. Jessica Trosman fue la cabeza detrás del personaje de Edha, creando los modelos que la diseñadora de ficción sube a la pasarela mientras que Martín Churba maneja la pata creativa de la contrincante de Edha, Paloma (Julieta Zylberberg), con un estilo más desenfadado y sensual. 

Además de participar en el behind the scenes, varios diseñadores nacionales aparecen en pantalla para brindar verosimilitud a las escenas de la semana de la moda, como Pablo Ramírez, Juan Hernández Daels, Marcelo Giacobbe, Vicki Otero, Matías Hidalgo y Romina Renom. El trabajo de vestuario, a cargo de Roberta Pesci, pone de manifiesto la diferencia de personalidades entre las mujeres de la serie. Para Juana Viale se pensó un estilo minimalista y austero. Si bien las prendas son de impecable confección, no sale del blanco y el negro, dejando entrever que toda su creatividad la pone en sus diseños. Para Velencoso también se hizo un trabajo de vestuario minucioso, con prendas de ferias americanas y con proceso de envejecimiento para dar la sensación de uso.

Velencoso. Publicidad de Chanel Pinteres

Es para destacar el trabajo del actor y modelo español Andrés Velencoso, que fue cara de campañas de marcas como Chanel y Louis Vuitton, quien hizo un trabajo de mucho detalle para lograr el tono porteño marginal y borrar su acento español, y el de Sofía Gala Castiglione, que resulta real y querible como piba de los barrios bajos.

La parte floja: parece que hay consenso en que, por más que lo intente, Juana Viale no resulta creíble. Un tono de voz y una actuación monocorde, sumado al recurso de la voz en off para sobre explicar la trama, resultan difíciles de sostener en un rol protagónico. Además, el formato de serie uniforme que parece pensado para agradar al telespectador promedio de Netflix aburre un poco. Se rumorea que habrá segunda temporada; habrá que esperar a que pasen los primeros días y ver cómo reacciona el público general. Los críticos ya dejaron en claro que la decepción es un hecho, pero tal vez el batacazo lo den los diseñadores de moda locales para los que la serie funciona como una excelente vidriera internacional.