En una noche fría, el circuito callejero de 6,2 kilómetros de Nevada fue el nuevo verdugo de Franco Colapinto en la clasificación para el Gran Premio de Las Vegas. "Estamos totalmente destrozados, pero agradecidos de que él esté bien", expresaron desde la escudería Williams tras el brutal choque que sufrió el piloto argentino.

Si bien el daño del auto fue total e incluso comprometió seriamente su participación en la carrera del domingo, James Vowles, jefe del equipo, garantizó que el pilarense "fue dado de alta" tras haber tenido un "impacto de más de 50G" (en referencia a la "Fuerza G").

"Ahora está de regreso a su hotel para descansar durante la noche. Será evaluado mañana y se determinará si está en condiciones de correr o no", añadió el ingeniero, que a su vez adelantó que el monoplaza "está siendo reparado".

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En cuanto a esto último, Vowles enfatizó que "la salud" de Colapinto "es la prioridad" y contó: "La fibra de carbono puede repararse, el metal y los autos pueden hacerse nuevamente, pero la salud de los individuos no".

Colapinto se ubicó en la 14° posición de la qualy, aunque la cantidad de arreglos que la escudería deberá hacerle a su auto puede perjudicarlo y alejarlo del GP de las Vegas, tras una intensa y complicadísima jornada de ensayos libres.

El piloto de 21 años se dio un golpazo, pero, aparentemente, no sufrió lesiones. Con una cara que denotaba bronca y angustia, el argentino subió a un auto con personal médico y dejó en soledad a su FW46, hecho trizas.

Por los dichos de Vowles, no está todo perdido y las chances de que Colapinto consiga estar presente en la carrera, que se iniciará a las 3 (hora de Argentina) del domingo, se mantienen intactas.