Si hay un tema caro a los sentimientos de los hinchas de Boca es la ampliación de la Bombonera, su templo sagrado desde 1940 y el escenario de múltiples vueltas olímpicas y victorias épicas.

Pasan las décadas y la supuesta voluntad política de las distintas comisiones directivas para agrandar un reducto que ha quedado chico se estrella contra un obstáculo no menor: el club debe comprar las dos medias manzanas que dan a la calle Del Valle Iberlucea para poder "cerrar" el estadio. 

Durante años se dijo que ampliar la cancha era imposible si no se conseguía un acuerdo con la totalidad de los propietarios de las 129 casas (o "unidades funcionales", como las llaman) situadas en esas dos medias manzanas. Hasta que apareció el "Proyecto Esloveno", que con el tiempo evolucionó al "Esloveno Plus", fogoneado por el empleado y socio del club Fabián Fiori, quien patentó una iniciativa que requiere que el club compre solamente los lotes de los "frentistas" de esa misma calle y los de la segunda línea.

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"Son 67 propietarios y todos están dispuestos a llegar a un acuerdo", destacó el representante de esos vecinos, Rubén Lopresti, quien tras el triunfo electoral de Juan Román Riquelme aseguró que esperaban reunirse con el ahora presidente xeneize para manifestarle su voluntad de venta, siempre con el objetivo de que, por fin, se llevara a cabo una obra que, en 15 meses, elevaría la capacidad del estadio de 57.000 a 82.000 espectadores. 

En las últimas horas, sin embargo, apareció públicamente otro proyecto, impulsado por el arquitecto Rodrigo Vidal, quien afirmó que para concretar su iniciativa no se necesita "comprar propiedades, ni invadir ninguna calle, ni -mucho menos- mudarse de la actual Bombonera".

"Levantaríamos el campo de juego unos 7,8 metros y lo desplazaríamos hacia las vías. El primer anillo desaparecería y los palcos vip también. Así completaríamos dos bandejas y sumaríamos un nueva arriba. Sin invadir la calle. Y la cancha terminaría teniendo tres bandejas techadas para 90.000 espectadores, con 440 palcos vip. Es como un pase de magia", expresó en declaraciones al diario Olé.

Los palcos vip, explicó el arquitecto, serían en dúplex y estarían repartidos entre el nivel del campo de juego, la segunda y la tercera bandeja.

El "masterplan", que según Vidal ya fue presentado a la actual directiva en diciembre último, incluiría también la construcción de un complejo con un nuevo microestadio para el básquet, con capacidad para 15.860 personas, donde hoy están las canchas auxiliares de Casa Amarilla. "Va a ser mejor que el Movistar Arena", sostuvo.

La Bombonerita quedaría como campo de entrenamiento y se levantarían, además, un hotel de cinco estrellas, departamentos, una nueva pensión para los juveniles, un gimnasio, locales a la calle y unas 3.800 cocheras debajo de una plaza pública de 400x100 metros, por la cual se accedería al renovado estadio.

De acuerdo a sus cálculos, la obra demandaría entre 12 y 18 meses, y todavía no se conocen los costos. Pero Vidal indicó que esa remodelación saldría la tercera parte del valor de un estadio completamente nuevo y "muchos millones de dólares menos" que los que habría que destinar para adquirir las "famosas" propiedades de las adyacencias. "Nos quedaría la mejor cancha de Argentina. Vi los renders del Monumental y ésta sería muy superior", concluyó.