¿Es Jonatan Maidana el defensor central más importante en la historia de River Plate? Sus más de ocho años de permanencia en la entidad de Núñez, en los que pasó de jugar en la Primera B Nacional a alzar dos Copas Libertadores, lo insertan incuestionablemente en el debate. De manera calcada al último verano, el Toluca viene a la carga por él, pero esta vez todo indica que emigrará hacia tierras mexicanas.  

Entre murmullos por su pasado en las filas de Boca Juniors -integró el plantel que se consagró en la Copa Libertadores 2007-, llegó al club de la mano de Ángel Cappa a mediados de 2010, con el objetivo de acumular la mayor cantidad de unidades posibles para evitar el descenso a la segunda división del fútbol doméstico. Tres meses después de su debut, ya con Juan José López al mando del primer equipo, convirtió su primer tanto: con un cabezazo de pique al suelo, selló el triunfo por 1 a 0 ante el Xeneize y se ganó la primera ovación del Monumental.

Al sufrir la pérdida de categoría, se consolidó como la voz de mando desde el fondo de la cancha, disputó 36 de los 38 partidos del Millonario en el ascenso y se constituyó como una pieza clave de la refundación riverplatense.

Tras sobreponerse en el 2012 a una rotura de ligamentos en su rodilla derecha, retornó a la primera plana con un sobrio desempeño en el torneo local que conquistó el equipo de Ramón Díaz y participó de forma indiscutida en la etapa internacional más gloriosa de la institución, bajo las órdenes de Marcelo Gallardo. ¿Su gol más recordado? En el desquite por los Cuartos de Final de la Copa Libertadores 2015, ante Cruzeiro, en Belo Horizonte, en lo que fue el mejor partido del equipo en aquel certamen. 

El gran mérito de Maidana, además de establecerse en la zaga de River y alcanzar la nómina de la Copa América 2016 con la Selección Argentina, fue el órden que siempre transmitió, y a partir del cual elevó el rendimiento de sus compañeros en la última línea. 

Luego de los fallidos pasos de Alexis Ferrero, Adalberto Román y Leandro González Pirez, llegaron Éder Álvarez Balanta, Ramiro Funes Mori, Emmanuel Mammana y Germán Pezzella, todos proyectos de las inferiores luego vendidos a Europa. Entre las cuatro transacciones, Rodolfo D'Onofrio atrapó 22 millones de euros. Además, acopló a Javier Pinola y aportó al desarrollo de Lucas Martínez Quarta.

A sus 33 años, el férreo central está próximo a anunciar el adiós, y en sus espaldas se llevará 277 partidos defendiendo la camiseta riverplatense, 11 trofeos y el cariño imborrable del hincha, que bien tiene razones para preguntarse por la importancia del caudillo en los 117 años de historia del club.