Luego del hallazgo del Submarino ARA San Juan, el ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad, brindó una conferencia de prensa en la que eludió responsabilidades y le marcó la cancha a los familiares de los 44 tripulantes.

En el edificio Libertad de la Armada Argentina, se encargó de subrayar que los avances en la causa dependen de la Justicia, precisamente de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, quien deberá determinar "en qué momento se pueden remover las partes constitutivas del submarino".

Ante el reclamo unánime de los familiares que exigen la reflotación del navío para concluir la investigación y finalizar su duelo, Aguad alegó obstáculos legales y técnicos para poder atender dicho pedido.

Y aunque esquivó cualquier tipo de pregunta técnica y se limitó a empoderar la voluntad de Mauricio Macri en la búsqueda del ARA San Juan, ratificó la imposibilidad de llevar a cabo esa tarea estando el submarino sumergido a 907 metros de profundidad y a casi 500 kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia.

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"No teníamos medios ni siquiera para bajar a las profundidades del mar y tampoco tenemos equipamiento para extraer un buque de estas características", argumentó con liviandad el titular de la cartera de Defensa.

Escudándose detrás de estas imposibilidades, el ministro le cedió al jefe de la Armada, vicealmirante José Luis Villán, y al ex vocero de la Fuerza y actual agregado naval en la Embajada argentina en Estados Unidos, Enrique Balbi, las explicaciones técnicas del hallazgo.