Una victoria a medias. Una derrota disfrazada. Ayer, en el Consejo de la Magistratura selló el futuro inmediato de Daniel Rafecas, uno de los jueces que más encono genera dentro de Cambiemos.

La Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura votó un dictamen del representante del Poder Ejecutivo, Juan Bautista Mahiques, donde se descarta la posibilidad de un juicio político y se propone una sanción del 50% del salario. 

Rafecas fue denunciado por su resolución en la causa por la denuncia que hizo el fiscal Alberto Nisman. El juez la desestimó pero la Cámara de Casación, más de uno año y medio después, la abrió. No obstante, en el dictamen no se hace hincapié en eso sino en una llamada que hizo Rafecas al diputado Waldo Wolff luego de que el ahora oficialista reprochara en un programa de televisión su fallo.

El radical Ángel Rozas, no obstante, insistió con el juicio político pero sólo el diputado Mario Negri lo apoyó. En otra línea, el juez Leónidas Moldes sostenía que debía desestimar la denuncia porque implicaba juzgar los criterios judiciales de Rafecas.

Ese dictamen va en línea con lo que sucedió hace unos pocos días con Claudio Bonadio. Al juez le desestimaron una denuncia por haber considerado prescripto un caso donde se investigaba el envenenamiento a un grupo de hemofílicos, infectados con SIDA y hepatitis entre 1979 y 1991. Casación la reabrió, lo apartó y recién ahora, más de 12 años después, se están haciendo las indagatorias.

El dictamen del juez Luis Cabral sostiene que un error per se no implica mal desempeño, en línea con lo que planteó Moldes en el caso Rafecas. La postura es clara: la decisión de un juez siempre puede revisarse por lo que no alcanza con eso para un juicio político.

Tal como adelantó El Canciller el año pasado, el Gobierno nunca tuvo los votos para llevar a juicio a Rafecas. No obstante, al juez le queda una causa en el Consejo: una denuncia por supuestas demoras en sus investigaciones. ¿Continuará?