Los incendios en el Amazonas provocaron la reacción de la comunidad mundial y el repudio a las políticas ambientales de Jair Bolsonaro. En este contexto, la Unión Europea puso en duda el acuerdo de libre comercio con el Mercosur, el Papa Francisco envió un mensaje de preocupación y el juez de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, pidió actuar de inmediato y no ser indiferentes ante la negligencia.

En la cumbre del G7, en la ciudad francesa de Biarritz, el anfitrión Emmanuel Macron -uno de los principales impulsores de la lucha por la protección del medio ambiente- cambió las prioridades del encuentro y ubicó el drama ecológico en el primer lugar de la agenda. El mandatario francés anunció el acuerdo de todas las potencias para brindar ayuda financiera a los países afectados por las llamas y cargó contra su par brasileño, a quien acusó de mentiroso por sus falsos compromisos ambientales.

Bolsonaro, enojado por la relevancia que cobró el tema en la agenda mundial, denunció una "mentalidad colonialista fuera de lugar en el siglo XXI" y aseguró que la problemática ya fue superada: "Estamos comprometidos con la protección ambiental. Muchas gracias a decenas de jefes de Estado que me escucharon y nos ayudaron a superar una crisis que solo interesaba a quienes quieren debilitar a Brasil".

Incendio en el Amazonas: presión internacional y cruce Macron vs. Bolsonaro 

Al igual que Trump -que sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París-, el presidente del gigante sudamericano ha mostrado en varias oportunidades su escepticismo sobre el cambio climático. Hace unos días, afirmó que los incendios habían sido provocados por activistas de ONGs que responderían a los intereses de países interesados en la riqueza amazónica.

Por otra parte, el presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, aseguró a los periodistas en el G7 que era difícil imaginar que los países europeos ratificaran un pacto comercial con el Mercosur mientras Bolsonaro "permita la destrucción de los espacios verdes del planeta".

Pese a que Brasil desplegó en las últimas horas 44.000 militares en la región amazónica para combatir los fuegos forestales que afectaron casi medio millón de hectáreas, miles de personas, en las principales ciudades del mundo, se manifestaron contra la inacción del Gobierno brasileño. Entre el viernes y el sábado se declararon 1.130 nuevos incendios, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.

Marchas y protestas ambientalistas en sedes diplomáticas por el fuego en el Amazonas

Ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco comunicó su angustia por la situación. "Estamos preocupados por los grandes incendios que se producen en la Amazonia. Este pulmón forestal es vital para nuestro planeta", indicó.

Lorenzetti, por su parte, publicó una columna en Infobae dedicada de manera exclusiva a los incendios. El jurista aseguró que estuvo muchas veces en Brasil defendiendo posiciones ambientales, se declaró "aterrado" por los incendios en la selva y pidió hacer una profunda reflexión en torno a las causas que derivaron en el desastre ambiental.

"No es posible que una persona o un estado adopte medidas sin un estudio de las consecuencias sistémicas; no es admisible que autoridades locales se sientan con derecho a ignorar el impacto sobre otros países o el planeta", remató.