Hasta las elecciones de este año era común observar una lista de candidaturas y ver dos varones y una mujer intercalados en loop: una de las estrategias más crueles para resistir a la Ley de Cupo sancionada 1991 era obligarlas a renunciar inmediatamente después de su asunción. Así los varones de la política se garantizaban la reproducción de su propio poder, sin dejar de encabezar las listas ni de ser los únicos con acceso efectivo a los lugares de toma de decisiones. 

Eso cambió en 2017 primero con la reglamentación de la Ley de Paridad de Género, y en 2019 con la primera experiencia electoral con listas paritarias. A partir del proyecto trabajado transversalmente entre varios partidos, las candidaturas pasaron de ser ‘un piso’ del 30% a constituirse por obligación en un 50% intercalando varón-mujer-varón-mujer, garantizando no solo una verdadera paridad sino también que la sucesión en caso de renuncia, muerte u otros escenarios debía ser sí o sí de una persona del mismo género. Así se desarticuló la estrategia de renuncia de una mujer y reemplazo por un varón. El nombre de la ley 27.412 incluye ‘ámbitos de representación política’, sin embargo hasta ahora sólo compete a las listas legislativas y del Parlasur. 

Un "ojo paritario" para monitorear el acceso y la participación de mujeres en ámbitos políticos

La propuesta

María Inés Tula, Mg. en Ciencia Política e integrante de Ojo Paritario explica que “en la iniciativa confluyen varias organizaciones de la sociedad civil y mujeres que vienen de distintos partidos, periodistas, académicas, del poder judicial. El objetivo es trabajar para monitorear el acceso de las mujeres en diferentes ámbitos y promover aquellos en los que todavía no hay participación política de las mujeres”.

Es que la idea no es sólo auditar que se cumpla la paridad en las listas parlamentarias sino avanzar hacia un fomento de la igualdad en todos los espacios: sindicatos, espacios culturales, científicos, deportivos y universitarios, por ejemplo. Ojo Paritario acompañó iniciativas como la reforma de estatuto de las universidades de Mendoza y La Rioja que instalaron la paridad, solicitó a la organización del debate presidencial que incluyera preguntas con perspectiva de género, y ahora se dedica a crear un Archivo Histórico en el que se hará una memoria feminista de los hitos que nos llevaron este año a lograr la paridad en las candidaturas. 

Como explicaron sus representantes, el objetivo último es llegar a una democracia paritaria: esto no se logra únicamente con el seguimiento de los procesos electorales sino también generando campañas en redes y medios, haciendo lobby, enfocándose en el desarrollo institucional e integrando participantes de nuevos ámbitos a la discusión acerca de la participación y el lugar de las mujeres en la toma de decisiones. 

De la presentación también participaron representantes sindicales para la presentación del portal web del ElEva, la Intersindical de Estudios de Género. Patricia Blanco, docente y Secretaria de Género de la CTA en CABA, comentó que “en ElEva participan compañeras de las tres centrales, rompiendo diferencias y pensando los desafíos. Analizamos desde otro lugar, elaboramos estadísticas con perspectiva de género, compartimos noticias sindicales locales e internacionales”, agregó.

Es que la paridad no solamente garantiza la presencia y participación de las mujeres sino algo mayor: la re-creación de las estructuras tradicionales en la política, muy arraigadas a posturas de competencia patriarcal y machista alejadas de los proyectos políticos feministas. 

Un "ojo paritario" para monitorear el acceso y la participación de mujeres en ámbitos políticos

La experiencia 2019 

A pesar de haber avanzado con la obligatoriedad del 50%, aún hay estrategias que obstaculizan la igualdad: los varones siguen encabezando la mayoría de las listas. Como ilustra Tula, “Si se mantienen los encabezamientos masculinos y hay competencia es muy difícil que puedan ingresar mujeres. En Misiones se elegían 4 diputados, entraron tres varones y una mujer porque tres partidos políticos llevaron varones encabezando listas”.

La prevalencia de una cultura machista que jerarquiza la capacidad de los varones por sobre la de las mujeres es una estructura a combatir para garantizar el acceso igualitario a la participación política, y no se trata solo de las elecciones. “Es un tema de la cultura de los partidos, que sigue siendo masculina en el armado y presidir la lista. Se denomina magnitud de distrito la cantidad de bancas que se eligen por provincia: cuando tenés una magnitud tan baja como la de Misiones, pasan estas cosas. La paridad con un sistema electoral como el que tenemos hoy es difícil”, explica. 

Un "ojo paritario" para monitorear el acceso y la participación de mujeres en ámbitos políticos

El próximo gobierno

Desde que se conocieron los resultados de las PASO distintos sectores por dentro y fuera del Frente de Todxs se encontraron bajo la consigna del #GabineteParitario. “El futuro presidente mostró que había un posicionamiento distinto respecto a lo que es la perspectiva de género y los derechos de las mujeres”, resalta María Inés Tula, destacando la promesa de creación del Ministerio de la Igualdad.

“También, por ejemplo, Wado de Pedro [quien lideraría el Ministerio del Interior] dijo que enviará un proyecto para avanzar en la paridad en cargos en la justicia”. Como explica Tula, más allá de las leyes que se puedan conseguir transversalmente desde distintos bloques la voluntad política por parte del Ejecutivo es necesaria. En ese sentido, “hay señales más alentadoras respecto del gobierno anterior”, augura.