Tampoco ve con claridad la posibilidad de que la actual senadora se baje de la contienda electoral y ceda sus votos a un abanderado. Además, el caso de de Lula da Silva en Brasil probó que los votos no se trasladan por el simple hecho de designar a un heredero. El tercio le pertenece a Cristina.

Sin embargo, el armado de una fuerza que compita en una gran PASO nacional tiene escisiones.  Para el editorialista, las mismas se ven claras en el programa de La Cámpora que trascendió, en el que aparece la ruptura con el Fondo Monetario Internacional, la reforma constitucional y la ruptura del sistema político y económico.

Esa diferencia, para Morales Solá, sitúa a Cristina en el lado opuesto de dirigentes como Miguel Ángel Pichetto, quien aseguró que "el peronismo nunca fue de izquierda”. En ese marco, aseguró que el PJ racional necesita una candidatura fuerte que compita tanto con Macri como con Cristina, que sólo suma más que el dirigente de Cambiemos en la tierra marginal del Conurbano.

"El PJ racional solo tiene un proyecto de partido democrático, moderno, más nacionalista en lo económico y homologable para el sistema"

"El peronismo racional necesita romper la polarización entre Macri y Cristina con una candidatura nueva. No la tiene por ahora. O tiene demasiadas. Solo tiene un proyecto de partido democrático, moderno, más nacionalista en lo económico y homologable para el sistema. Cristina no solo cuenta con un programa para el regreso. También elaboró sus listas de candidatos, sobre todo las de la provincia de Buenos Aires. Su hijo, Máximo, será el primer candidato bonaerense a diputado nacional. Los intendentes peronistas del conurbano están con ella porque imaginan que solo con ella podrán conseguir sus reelecciones", escribió.

Y agregó: "El duro, hosco y pobre conurbano es el reino de Cristina. Es el único lugar del país donde ella es más popular que Macri. A ese universo lleno de frustraciones, Cristina le promete romper con el sistema económico y político. Como Bolsonaro o como Trump, y apartando las claras diferencias ideológicas, Cristina predica que la solución es la ruptura del sistema. En 50 semanas se resolverá si los argentinos están dispuestos a dar un salto al vacío".