José López espera en el penal de Ezeiza desde el 16 de junio del año una definición sobre su futuro, por lo menos el judicial. Ayer, el ex secretario de Obras Públicas dio un paso en ese sentido y aceptó una parte de la responsabilidad en el escándalo que involucró monjas, un convento y nueve millones de dólares. Una parte muy chica: acordó con la fiscal provincial Valeria Chapuis una pena de un año y siete meses de prisión en suspenso por la portación de una carabina.

¿Qué significa esto? Si la jueza de Mercedes Laura Pardini le da luz verde (homologa, en términos judiciales) al acuerdo donde López aceptó que tenía la carabina ese día sin permiso para hacerlo, se convertirá en la primera condena del ex funcionario. En los papeles, no le espera un 2018 muy auspicioso: le esperan nuevas visitas a Comodoro Py, entre las que se destaca un juicio por enriquecimiento ilícito.

Busca José López también la definición por el escándalo de involucró monjas, un convento y 9 millones de dólares

El año y siete meses que acordó cumplir López está cerca de la mitad de lo que está estipulado. En Comodoro Py, otra es la pena que podría llegar a tener. "Será reprimido con prisión de dos a seis años, multa de hasta el 100% del valor del enriquecimiento e inhabilitación absoluta perpetua” dice el Código Penal sobre los funcionarios que no pudieran justificar su enriquecimiento patrimonial.

Según el juez Daniel Rafecas, los cosas que López no puede explicar son: la tenencia de los casi nueve millones de dólares y los 150 mil euros; la compra y refacción de una casa en Dique Luján; y la compra de un departamento en la Avenida Las Heras al 2000. No estará solo en el juicio: acusados están también su esposa María Amalia Díaz, la "hermana” Celia Aparicio; los supuestos testaferros Andrés Galera y Eduardo Gutiérrez; el empresario Carlos Gianni y el abogado Marcos Marconi.