En la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires figuraron muchísimos nombres y cargos a lo largo de la historia. Pero hay uno, el de Derechos Humanos y Seguridad, que le pertenecía casi por naturaleza y mandato divino a Florencia Kravetz. O Chuca, el apodo con el que la conocían cariñosamente, y su usuario de Twitter, red donde tejió una segunda familia, desde la cual repartía el conocimiento y la bondad que caracterizaban a su tarea cotidiana. 

Este martes un cáncer de piel apagó su vida a los 47 años, y la tristeza se hizo notar enseguida. El abogado Mariano Heller publicó una foto con Kravetz y describió: “Era todo lo que están contando por acá pero por sobre todas las cosas era buena gente. Chau Chuca, te vamos a extrañar”. 

La periodista Ingrid Beck, por su parte, lamentó: “Qué día triste. Chau, Chuca. Te voy a recordar con un vaso de whisky en la mano, los rulos revueltos y la sonrisa”. Su amiga, la diseñadora Paulina Karadagian, subió una joven foto juntas y agregó: “Quiero recordarte así, cuando teníamos mil planes por realizar”.

En el año 2010, la vida de Chuca tuvo un vuelco heroico que permaneció con ella. "A mis clientes no les asusta esta embestida, sabían que en algún momento iban a venir con alguna ridiculez como ésta", decía, en referencia al juez Félix Igarzábal, que había aceptado un recurso para anular un casamiento homosexual. La frase define a la perfección la valentía y el empeño de esta mujer que, como abogada, fue la primera en luchar por los derechos de las parejas del mismo sexo que pretendían unirse civilmente. Aquel mismo año esa posibilidad se hizo Ley, y Kravetz se erigió como faro y guía de luchas viejas y nuevas. 

Desde entonces, en similares contextos y diferentes circunstancias, Chuca se dedicó a honrar los Derechos Humanos a través de su trabajo y el camino recorrido en las calles. 

#FuerzaChuca fue el hashtag que se hizo tendencia cuando todavía luchaba por su vida. “La que ayudó a trabajadores en su rol de abogada, la que salió en los diarios por salvarle la vida a una perra que habían tirado a la basura, la que siempre estuvo para quienes la amamos, la que no nos puede faltar”, graficó una usuaria. 

El actual defensor del pueblo de Capital Federal, Alejandro Amor, dialogó con Perfil y recordó a Kravetz. “De esas personas que no le encontrás debilidad. Siempre estuvo ahí para cualquier compañero”. 

Chuca era hermana del jefe de gabinete y Seguridad de Lanús, Diego Kravetz. En una de sus últimas apariciones en Twitter, dejó un mensaje con aroma a despedida: “Es ridículo: me pasé toda la vida enfrentando a policías armados con la letra de la ley... ¿Cómo me iba a matar un lunar con un gen mutado?". Pero, se sabe, hay seres demasiado buenos para esta tierra, y a ellos nada ni nadie los mata: siguen ahí, presentes, latentes, en el mismo lugar en el que estuvieron siempre. En el caso de Chuca, ese lugar es la calle decorada de lucha y defensa férrea por los derechos. Allí vivirá, en cada persona que pudo contar con ella.