El escándalo de los cuadernos puede convertirse en una Caja de Pandora. La rápida reacción de Oscar Centeno, el autor de la novela, podría precipitar una ola de confesiones en el marco de la figura del arrepentido, que premia a quienes brindan buena información, pero también a quienes la brindan antes.

A diferencia de otras causas de corrupción, donde el foco estaba puesto en los funcionarios, esta vez la decisión del Poder Judicial fue cargar con la misma fuerza contra empresarios: son 12 de las 17 detenciones dispuestas en la madrugada de ayer por el juez Claudio Bonadio.

Según BAE Negocios, en las altas esferas empresariales alertaron ayer que la irrupción de la Justicia en el ámbito privado generó un clima de "inseguridad" para las inversiones.  En el sector privado quedó instalado que la persecución a empresarios golpeó la imagen de quienes producen en el país, justo en un contexto económico en el que se prevé una caída de la rentabilidad y el empleo.

"Cada vez que pasan estas cosas, la imagen del empresariado se resiente, acá y en la China. Lamentablemente esto es por algunos, y el empresariado en general, no sólo de la obra pública, se ve comprometido", afirmó uno de los líderes empresarios en diálogo con el diario económico. Los hombres y mujeres de negocios destacan la "casualidad" de que las detenciones afecten justo a sectores que reclaman al Gobierno.

Un integrante de la UIA, según el mismo medio, sostuvo que "el uso del timing político de parte de la Justicia es perjudicial para la imagen del empresario" "Somos nosotros los que arriesgamos nuestro capital en un contexto de enrarecimiento del clima de negocios", se quejó, y agregó: "Nadie va a querer poner un peso acá cuando la imagen es de un sector privado totalmente corrupto sin distinguir los casos, e incluso sin que haya un juicio previo".

Los empresarios que dialogaron con Francisco Olivera en La Nación coincidieron. "Esto nos salpica a todos", afirmó un contratista del Estado. Otro corrió a hacerle a uno de sus operadores una pregunta urgente: "¿Sabés si yo también estoy?". La respuesta fue afirmativa.

La investigación salpica no solo al kirchnerismo sino al actual Gobierno. Uno de los detenidos es Javier Sánchez Caballero, exgerente general de IECSA, la empresa que Franco Macri puso en manos de su sobrino Ángelo Calcaterra, primo hermano del presidente, que también está vinculado a Odebrecht con De Vido y el jefe de la AFI, Gustavo Arribas. También cayó Juan Goycochea, de Isolux, que según Carlos Pagni le vendió un parque eólico a la familia Macri y se llevó una suculenta ganancia.