En víspera de Navidad, el Ministerio de Seguridad reglamentó a través del Boletín Oficial tres medidas que ya había anunciado con anterioridad. El Gobierno nacional derogó tres resoluciones insignia de Patricia Bullrich y comenzó a ponerle otra impronta al manejo de la cartera.

El protocolo que facultaba a las fuerzas de seguridad para utilizar armas de fuego y pistolas Taser sin necesidad de dar la voz de alto, el Servicio Cívico Voluntario y el programa que habilitaba a los policías a pedirle DNI a las personas en los trenes -con total discrecionalidad- son cosa del pasado.

Entre los argumentos de la resolución que limita libertades a las fuerzas de seguridad, el Ministerio consignó que "la utilización de armamento letal por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, sólo se encuentra habilitada cuando sea estrictamente inevitable a los fines de proteger una vida -propia o de terceros-".

"Nosotros somos el Ministerio de Seguridad, no somos el de Justicia ni los fiscales o jueces. La policía no hace Justicia por mano propia. Creemos que hay que mantener esa separación. Con Chocobar el hecho criminal ya había cesado, el policía tenía que dar la voz de alto o pedir refuerzos, y no ajusticiar por la espalda", afirmó Frederic en diálogo con Radio Metro. El caso del policía Luis Chocobar representó el emblema de su antecesora para defender el protocolo.

En cuanto a la eliminación del Servicio Cívico Voluntario en Valores, el texto indica que las facultades serán traspasadas a la Casa Rosada, que será la responsable de llevar a cabo el programa con orientación en educación, salud y trabajo, cuyo eje y finalidad cambiarán. En la resolución, se indica que "las funciones asignadas a la Gendarmería Nacional, no guardan correlación -y mucho menos en el marco de una política pública de seguridad democrática- con los objetivos y fundamentos del Servicio Cívico Voluntario en Valores".

"Comenzaron 1200 y se graduaron 600. Fue útil para la gente que lo cursó, pero ahora no tienen nada y ni están en el mercado de trabajo", apuntó la ministra.

Por otra parte, también se le puso fin al programa "Ofensores en trenes", que desde hace dos meses habilitaba a los efectivos policiales a solicitar DNI a cualquier persona en la vía pública. El texto asegura que la medida impulsada por Bullrich criminalizaba a los trabajadores mediante un exceso de controles innecesarios e injustificados, reforzando criterios de selección y discriminación.

La respuesta de Bullrich

La exministra de Seguridad salió al cruce de Frederic y lamentó la eliminación del protocolo que ella había diseñado y promulgado.

"Espero que no se borre todo de un plumazo. En el caso del uso de armas reglamentarias, los policías habían pasado a sentirse seguros. Es lamentable que ahora dejen que los policías vuelvan a sentir incertidumbre y que estén desprotegidos", lanzó. Y cerró con una advertencia: "Vamos a ver si esta decisión tiene más o menos muertes. No quiero hablar mal de la ministra, pero no se puede hacer Seguridad con anteojeras ideológicas".