La tasa de interés argentina es una de las más altas del mundo. Si bien ayuda a la contracción monetaria y, por ende, a contener la inflación, tenerla en un nivel muy elevado tiene efectos nocivos para la economía, ya que congela el crédito y, por ende, enfría la actividad empresarial del sector privado. En ese sentido, el periodista Marcelo Longobardi se sumó a las críticas a Caputo.