Desde la semana pasada, las dos principales autoridades económicas, Caputo y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, planificaron una batería de medidas para atajar las Lebacs. En ese sentido, se ofrecerán tres alternativas a los tenedores de este activo para que no vayan a comprar dólares: Notas del Banco Central (Nobac) a un año de plazo, Letras de Liquidez (Leliq) a siete días o el dinero con el compromiso de que sea encajado. Esta estrategia correría, más que nada, para los 100 mil millones que están en posesión de los bancos.

Dado que la mayor parte del mega vencimiento está en posesión de los minoristas, el BCRA ofrecerá unos 150 mil millones de pesos en nuevas Lebacs.

De todos modos, dado que la mayor parte del mega vencimiento está en posesión de los minoristas, el BCRA ofrecerá unos 150 mil millones de pesos en nuevas Lebacs. Es decir, si bien planea achicar la masa, hoy estirilizaría sólo el 50% de lo que pertenece a tenedores minoristas. En tanto, Hacienda lanzará dos letras en pesos (Letes) por unos $100 mil millones.

Otra consecuencia que quiere evitar el equipo económico es generar una expansión monetaria más allá de que los pesos no vayan a parar a dólares. Es decir, intentará que, producto del vencimiento, no se sumen pesos a la economía, ya que eso generaría mayor inflación. Se estima que el aumento de precios rondará el 45% anual y que los meses de septiembre, octubre y noviembre tendrás índices de inflación récord.

El BCRA estima que si logra renovar 150 mil millones de Lebacs y colocar la totalidad de los dos bonos de Hacienda, sumados al aumento de los encajes, el resultado será una contracción monetaria que no presionará sobre los precios.