Luego de la lesión que marginó a Néstor Pitana del encuentro más importante del fútbol argentino, el sorteo realizado en AFA dictaminó que Mauro Vigliano, de buen presente - fue designado para impartir justicia este jueves, en el duelo de Cuartos de Final de Copa Libertadores entre Colo Colo y Palmeiras-, volverá a arbitrar un Superclasico. Su único antecedente en un River-Boca fue por demás polémico.

Hace cuatro años, en una lluviosa en el Monumental, Vigliano cometió un fallo grosero al sancionar un penal para River por una supuesta mano de Fernando Gago dentro del área, motivo por el que expulsó al capitán de Boca.

Lo cierto es que, en la repetición de la jugada, se pudo observar claramente que la pelota conectó en la cabeza del volante xeneize, quien abandonó el campo contrariado. 

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Tras ese episodio, el árbitro se equivocó en perjuicio del conjunto millonario. Finalizando el primer tiempo, anuló de manera errónea un gol de Carlos Sánchez y le impidió a River alcanzar la igualdad, algo que lograría en el epílogo del duelo, gracias a un rebote de Germán Pezzella que venció al entonces patrón del arco boquense, Agustín Orión. Por último, omitió una expulsión a Gabriel Mercado por juego brusco grave.

No obstante, los dos clubes más grandes del país tienen un historial positivo bajo el tutelaje del oriundo de La Plata: Boca tiene un récord de seis triunfos, seis empates y apenas dos derrotas, mientras que River acumula ocho victorias, siete empates y siete caídas.