Las intervenciones de Joseph Stiglitz, Miguel Ángel Pesce y Martín Guzmán marcaron el cierre de las Jornadas Monetarias y Bancarias 2020 organizadas por el Banco Central que, por primera vez, se realizaron en formato virtual por el contexto que atraviesa el mundo por la pandemia.

Con el título "Desafíos, objetivos e instrumentos de los Bancos Centrales en un nuevo contexto global", estas Jornadas contaron con la intervención de diferentes personalidades que disertaron en los tres paneles anteriores: Alicia Bárcena, Daniela Gabor, Jan Kregel, Marc Lavoie, Cristina Marcuzzo, Perry Mehrling, Daniela Prates, Hyun Song Shin, José Darío Uribe y L. Randall Wray.

En su discurso, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, consideró necesario regular el sistema financiero: "Hay un actor que ha alcanzado preponderancia en el sistema financiero global que son los fondos de inversión. Del mismo modo que los bancos necesitaron regulaciones y se impusieron en entre 2008 y2009, hay que prestar atención si estos actores, ahora preponderantes en el escenario global, no necesitan mecanismos de regulación, especialmente por su impacto en las economías periféricas".

En ese marco, el titular de la autoridad monetaria subrayó que "los flujos de ingreso y egreso de estos fondos por el volumen que tienen y por el tamaño de las economías pueden provocar distorsiones importantes, tanto en el valor de los activos, en los niveles de actividad como en la balanza de pagos, teniendo una conducta pro cíclica en estas economías y con respecto al ciclo global".

A su vez, el titular del Banco Central se refirió también a los dilemas que afrontan los bancos centrales en estos momentos de crisis. "Hasta dónde pueden seguir expandiendo sus hojas de balance, hasta dónde los países pueden seguir expandiendo su deuda sin que genere dudas a los inversores. El crecimiento del valor de los activos financieros no se ve convalidado con crecimientos sustanciales del producto. Esta situación de desbalance entre el crecimiento y el valor de los activos financieros indudablemente en algún momento deberá sincerarse", expuso el funcionario.

Por su parte, el ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó: "Los Estados van a jugar un rol muy fuerte en la recuperación económica y los Banco Centrales tendrán un protagonismo para la generación y expansión de liquidez", dijo el funcionario este miércoles.

En ese sentido, dijo que los Bancos Centrales deberán buscar herramienta para que al mismo tiempo que se implementan las políticas expansivas tengan el mayor multiplicador macroeconómico posible, tratando de que la inyección de liquidez que se le da a la economía tenga varias vueltas de impacto sobre la demanda agregada.

Guzmán dijo que esto genera "desafíos" para las economías dado que esa liquidez expandida da vueltas pero eventualmente llega a activos financieros, mientras que en países como la Argentina "hay que tener mucho cuidado sobre a qué tipo de activos va, sobre todo a la demanda de moneda extranjera".

"En economías más avanzadas lo que va a ocurrir y de hecho ocurrió en 2020, es que esa inyección fuerte de liquidez en la economía empieza a poner presión sobre los precios de los activos financieros con consecuencias distributivas que son regresivas", dijo.

En economías como la de Argentina en las que aún no se ha construido una "suficiente robustez de la moneda", en los que la expansión de la liquidez se canaliza a través de la demanda de moneda extranjera, generando presiones cambiarias y con problemas sobre los precios de los bienes y los servicios, de la inflación en general. .

Para Guzmán, en la Argentina hay un "desafío" para restablecer "todas las funciones del dinero", porque el Gobierno ve "valor" en la soberanía monetaria entendida como un "razonamiento macroeconómico" y no como un "argumento sentimental".

"El hecho de poder tener una moneda que se vuelva una referencia y que permita poder contar con instrumentos de ahorro y financiamiento, y que de esa manera podamos ir en la dirección de resolver los problemas estructurales de la Argentina con este patrón de bimonetarismo que contribuye a la mayor inestabilidad macroeconómica y en la balanza de pagos", dijo.

En tanto, el Premio Nobel de Economía 2001 Joseph Stiglitz afirmó: "La política monetaria puede desempeñar un rol clave brindando liquidez cuando ese es el problema grave, pero cuanto más dure la crisis de la pandemia nos enfrentamos cada vez más a problemas de insolvencia y no de liquidez", dijo el economista.

Stiglitz dijo que ya todos los gobiernos saben que la crisis generada por el coronovirus no tiene precedentes, es varias veces más grave que el colapso financiero de 2008 y que no demandará cuatro, ocho o diez semanas solucionarla, sino que es un problema de largo plazo.

"Los Bancos Centrales no pueden prestar a insolventes, no resuelven problemas de solvencia sino solo de iliquidez. Y cada vez más empresas pequeñas y grandes enfrentan problemas de insolvencia real. Por ello, la carga tiene que estar cada vez más sobre la política fiscal", concluyó.