A un año de la llegada del Frente de Todos al poder y en medio de un fuerte distanciamiento con las decisiones de Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner volvió a apelar al género epistolar para expresar sus principales ideas sobre el panorama político, económico y judicial de la Argentina.

Como lo hiciese el 27 de octubre para fijar públicamente su disgusto con el rumbo del gobierno nacional, la ex mandataria destacó su gestión al frente del Senado, le dedicó breves líneas al balance del Poder Ejecutivo en este 2020 y cargó todas las tintas contra la Corte Suprema de Justicia.

La titular del Instituto Patria comenzó el texto realzando su desempeño como presidenta de la Cámara alta. Cristina especificó que a lo largo del año el Senado sesionó 32 veces, con 215 reuniones de comisiones y la participación de 284 expositores.

En los ocho meses de sesiones ordinarias, sancionó 40 leyes y le dio media sanción a 87 proyectos. "No hay registros históricos de semejante actividad legislativa", se enorgullece, al tiempo que subraya el aditamento de haberlo hecho bajo funcionamiento remoto. Y cierra el apartado asegurando que cumplió, "como siempre", con todas sus responsabilidades.

Luego, distingue el "esfuerzo" del Ejecutivo para "afrontar dos tragedias": el legado económico del gobierno de Cambiemos y el nuevo coronavirus. En ese sentido, la primera política de Estado que subrayó fue la primera meta que se trazó el Gobierno nacional cuando el brote invadió al país: que a ningún argentino le faltara una cama. Por eso, destaca el reequipamiento del sistema sanitario quebrado que había dejado la gestión de Mauricio Macri.

En segundo lugar, recordó que Martín Guzmán logró reestructurar el 99% de la deuda externa con los bonistas privados y para culminar, resalta la implementación del Ingreso Familiar de Emergencia y el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción para contener a miles de trabajadores en el contexto de la pandemia.

Tras esas breves líneas, decidió entregarle todo el resto del texto a su disconformidad con el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia y la perpetración, a través de una articulación mediática-judicial, de lo que considera la teoría del lawfare.

"Estos cinco funcionarios deciden hoy sobre la vida, sobre el patrimonio y la libertad de las personas que habitan nuestro país", afirmó, tajantemente. Previamente, sindicó a Ricardo Lorenzetti como el garante del lawfare y recordó que se fotografió con Claudio Bonadio y el brasileño Sergio Moro. También cargó contra Elena Highton de Nolasco y la designación por decreto de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti.

Para finalizar su arremetida, cerró: "De los tres poderes del Estado, sólo uno no va a elecciones. Sólo un Poder es perpetuo. Sólo un Poder tiene la palabra final sobre las decisiones del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. Además de todo eso, ese Poder sólo es ejercido por un puñado de funcionarios vitalicios que toleraron o protegieron la violación permanente de la Constitución y las leyes, y que tienen, además, en sus manos el ejercicio de la arbitrariedad a gusto y piacere, sin dar explicaciones a nadie ni estar sometidos control alguno… Bueno… Si esto sigue sucediendo en nuestro país, estaremos muy lejos de construir la República y la Nación que, estoy segura, anhelamos la inmensa mayoría de los argentinos y las argentinas".