El fotógrafo Pablo Grillo fue dado de alta este martes del Hospital Ramos Mejía, en cuya terapia intensiva estuvo internado casi tres meses tras ser impactado en la cabeza por un proyectil de gas lacrimógeno durante una marcha de jubilados en los alrededores del Congreso, y continuará su recuperación en un centro de rehabilitación.

Pocos minutos antes de la salida del joven de la institución ubicada en el barrio porteño de Balvanera, su papá, Fabián, señaló ante la prensa que comienza una "etapa nueva" y, en declaraciones a C5N, destacó el papel del sistema de salud público: "Realmente salva vidas, y un testimonio de eso es mi hijo".

En tanto, el fotógrafo apareció en la puerta del hospital pasadas las 10, con un gorro de Independiente, mientras los presentes en las afueras cantaban: "Ey Pablito, te estamos esperando, que vuelvas para el barrio para seguir luchando".

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A continuación, el joven fue subido a una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) para su traslado al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, especializado en recuperación neuromotora y sensorial de patologías relacionadas al sistema nervioso central y periférico.

Sobre cómo continuará el tratamiento de su hijo, Fabián precisó que "la primera etapa va a ser con internación, con salidas los fines de semana, cuando ellos (los profesionales) evalúen que esté en condiciones de hacerlo" y agregó que luego tendrá "salidas diarias".

"Cuánto puede tardar va a depender de la evolución de él", aclaró el hombre antes de recordar que "en un par de meses tiene que volver" al Hospital Ramos Mejía "a que le coloquen la prótesis" en la cabeza. Al respecto, aclaró que, a comparación de "las dos primeras" intervenciones que tuvo, es "mucho menor".

Respecto de la causa, señaló que "está marchando" y que están "esperando" que llamen a indagatoria al gendarme Héctor Jesús Guerrero, identificado como el autor del disparo que hirió a su hijo. "Eso es lo que estaría faltando", puntualizó.

A su turno, el subdirector de la institución de Balvanera, Juan Pablo Rossini, advirtió que Pablo "entró en un estado crítico, mucho más grave de lo que la prensa dijo" y destacó que su recuperación "es una expresión más de lo que es la salud pública" en la Argentina.