"Muchas palabras han acompañado el magisterio de Jorge Mario Bergoglio", inicia el texto publicado desde la Santa Sede en el que se resalta el recorrido lingüístico de un argentino de pura cepa, que dejó su sello marcado en el mundo a través de los hechos y -también- de sus expresiones orales y escritas durante los 12 años de papado del primer jesuita y latinoamericano en gobernar la Iglesia católica.

"Desde el simple ‘buenas noches’ pronunciado la noche de su elección, el 13 de marzo de 2013, se ha hecho cada vez más evidente que el lenguaje de Francisco, sencillo y directo, es también rico en creatividad", destacó el autor del artículo difundido en las últimas horas por el Vaticano.

En la misma línea, Amedeo Lomonaco menciona: "El vocabulario personal del Pontífice argentino se ha ido enriqueciendo con el tiempo con términos, frases, expresiones y neologismos que poco a poco se han ido haciendo familiares".

TE PODRÍA INTERESAR: En el primer día posterior al entierro, miles de fieles hacen fila para visitar la tumba de Francisco en Roma

Así, hace un recorrido por las "diez palabras del Pontificado" que "se convierten en llaves, en claves espirituales para abrir caminos de fe, para reflexionar" sobre esos hitos del vocabulario que eligió Francisco, y que "pueden verse, en particular, como una filigrana que permite releer, a través de diversos ángulos y perspectivas, su Pontificado".

Estas son las 10 expresiones elegidas como puntos centrales de su recorrido pastoral como líder de los católicos, y algunas de las frases en las que usó estos términos faro y que "han entrado en el léxico popular y en el corazón de muchos fieles": 

  • Balconear: invitó siempre a "no balconear la vida", es decir ser indiferentes a la realidad que nos rodea, ver pasar la vida sin vivirla.
     
  • Lío: "¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro va a haber lío va a haber, que acá en Río va a haber lío va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle", así se expresó Francisco, en particular a los jóvenes, con ocasión de su viaje apostólico a la ciudad brasileña de Río de Janeiro en 2014, en referencia a hacerse oír, despertar a otros y armar alboroto.
     
  • Chismes: destacada como una de las expresiones más utilizadas por el Papa argentino, quien advirtió contra un mal que puede convertirse en una cuchilla cortante, en una "bomba" capaz de herir, incluso de matar. Así despreciaba las habladurías como una forma de sembrar el odio y la sospecha.
     
  • Hermandad: pilar de su pontificado, este sinónimo de fraternidad -la vía hacia la paz entre los hombres, un puente entre las religiones y las naciones- fue usado por Bergoglio como otra marca de su argentinidad profunda.
     
  • Periferia: de la italiana Lampedusa a la sudanesa Juba; de Mongolia a la República Centroafricana, así eligió nombrar a los inmigrantes, los últimos, los pobres, los prisioneros, los más frágiles, aquellos integrantes de "las periferias" del mundo.
     
  • Descartar: referido como uno de los fenómenos más dramáticos de nuestro tiempo, por el cual la sociedad humana tiende a deshacerse de todo lo que no responde a criterios de eficacia, de productividad. Así se refería al predominio de lo efímero por sobre lo perdurable.
     
  • Orfandad: además de indicar la sensación de estar privado de un guía, también refiere a la ausencia de un camino seguro que seguir, de un maestro en quien confiar.
     
  • Ternura: para el "Papa de los pobres", este sentimiento es clave, ya que expresa sentirse amado y acogido precisamente en la propia pobreza y miseria, es decir experimentar la ternura.
     
  • Clericalismo: dentro de su magisterio papal, se refirió así a la actitud del creyente que se centra en el signo, en la institución, y olvida a Cristo.
     
  • Mundanidad: usada varias veces durante su pontificado, expresa una perversión de la vida espiritual en pos de la cultura de lo efímero y de las apariencias
     

"Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, si no salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!", así lo expresó Francisco en aquella Jornada Mundial de la Juventud en Río, y lo siguió repitiendo durante todo su recorrido como máximo representante eclesiástico.