El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, reveló este martes un pedido que le hizo el papa Francisco, al tiempo que confirmó que se llevará a cabo una misa interreligiosa en su honor y repudió la agresión a la vicepresidenta Victoria Villarruel tras la ceremonia que brindó el sacerdote en la parroquia de Flores, lugar en el que comenzó el camino espiritual de Jorge Bergoglio.

El máximo prelado de la Ciudad ratificó esta mañana que se realizará una celebración con líderes espirituales de otros credos en las próximas horas en territorio porteño para conmemorar la vida y obra del Sumo Pontífice, al tiempo que descartó viajar a Roma para las exequias: "El Papa querría que acompañe al pueblo acá".

Este último lunes, García Cuerva presidió tanto una misa en la Catedral Metropolitana por la mañana -a pocas horas de conocerse la noticia del fallecimiento papal- como en la noche en la Basílica de San José de Flores, donde una multitud se reunió en su memoria y -a la salida- Villarruel fue abucheada y agredida.

Durante una rueda de prensa esta mañana, el obispo lamentó el suceso y la contradicción con lo que acababa de predicarse dentro de la parroquia: "Un grupo minoritario fue muy violento. Incluso hubo un escupitajo. Acabábamos de celebrar y decir una cosa, y hacen otra". "Prefiero quedarme con un pueblo que está despidiendo al Papa Francisco, un pueblo que lo ama, que lo amó y que lo amará", reflexionó.

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El sacerdote ratificó también que la Catedral de Buenos Aires permanecerá abierta al público y que habrá allí una misa -en horario a confirmar- este sábado, día en que a las 10 de Roma (5 de Argentina) se producirá el mismo ritual litúrgico en la Basílica de San Pedro, antes de que los restos de Francisco sean trasladados y enterrados en la Capilla Santa María la Mayor, en el centro de la capital de Italia.

En ese sentido, el arzobispo porteño reveló que no volará a Europa por el propio pedido del Sumo Pontífice y que acompañará a los fieles que concurran al templo católico en la Capital Federal como "él querría". 

"En principio, no viajo a Roma. Por un lado, alguna vez he hablado con él este tema y él me decía que no teníamos que viajar, que teníamos que ahorrar". Cuando lo eligieron no quería que viajáramos", recordó antes de reflexionar sobre cuál era el deseo de Bergoglio.

En diálogo con la prensa, García Cueva informó que a las 16 de este martes habrá un encuentro interreligioso, en el que estarán presentes referentes de otros credos, además de afirmar que "no es momento" para "hacer especulaciones" sobre quién será el nuevo líder de los católicos a nivel mundial.

"Estamos huérfanos de padre. De un padre que amó profundamente a su país, que tuvo que aprender a ser padre del mundo y que nos costó mucho a los argentinos. A Bergoglio no lo dejamos ser Francisco, pero su legado es asumir que fue el padre de todos", puntualizó.

"Queremos recordar a Bergoglio como el padre de todos, el padre de los pobres y marginados, el padre de la misericordia y de la alegría. Lo queremos recordar con esa consigna y con la emoción que tenemos es una mezcla de tristeza y dolor por su partida y al mismo tiempo agradecimiento por su legado y por su vida", aseguró el arzobispo de Buenos Aires.