En 2018, un informe advirtió sobre potenciales inundaciones en Bahía Blanca, pero fue archivado
Según lo que demostró el ingeniero civil Horacio Varela en su trabajo, el colapso del sistema pluvial era previsible. Se recomendó realizar obras que nunca fueron llevadas a cabo.
Un informe realizado entre 2017 y 2018 por el ingeniero civil Horacio Varela y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en convenio con la municipalidad de Bahía Blanca ya advertía sobre los riesgos de inundaciones que tenía la ciudad, según consignó la agencia Noticias Argentinas.
Varela, quien además es docente de la UTN, enumeró las principales debilidades del sistema de drenaje urbano y propuso soluciones concretas para evitar el colapso en caso de lluvias extremas. Sin embargo, las recomendaciones quedaron archivadas y nunca fueron aplicadas.
En diálogo con LT3 de Rosario, el ingeniero contó: "Desde hace casi 100 años se sabe que Bahía Blanca necesita infraestructura contra inundaciones, pero nunca se hizo lo necesario".
La última gran inundación que sufrió la ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires fue en 1944. En esa ocasión, cayeron 300 milímetros de agua en la sierra y 150 en la cuenca, en tres días. "En esta ocasión fue al revés: llovió poco en la sierra, pero muchísimo en la ciudad. La tormenta quedó prácticamente detenida sobre Bahía Blanca", expuso Varela.
"Las calles se convirtieron en ríos porque el agua no tenía por dónde escurrir. Se habilitaron construcciones sin infraestructura pluvial adecuada y eso agravó todo", agregó.
Luego, sumó que "en los barrios más altos, el agua escurrió con mayor velocidad y causó erosión en las calles, arrastrando tierra y dejando enormes pozos".
"Las ciudades antes trataban de drenar el agua lo más rápido posible, pero eso ya no es viable. Hoy la estrategia es evitar que el agua llegue al sistema pluvial", explicó.
También analizó qué impacto tiene el cambio climático: "Hasta hace poco analizábamos estos eventos como fenómenos con determinada recurrencia, pero ahora todo está cambiando. Antes, estas tormentas ocurrían en tres días. Ahora, caen en 10 horas. Son eventos cada vez más violentos y destructivos. Sin infraestructura adecuada, esto va a volver a pasar".