Con la presencia de representantes de distintos credos y miembros del Gobierno nacional, se llevó a cabo este martes la misa interreligiosa en la Catedral Metropolitana para despedir a Francisco. El acto fue encabezado por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cueva, quien este lunes también lideró una ceremonia de conmemoración en la Basílica de Flores.

"El mejor homenaje que podemos hacerle a Francisco es estar todos unidos", manifestó el sacerdote ante los medios previo a ingresar a la iglesia situada a metros de la Plaza de Mayo. A su vez, indicó que el Papa "siempre insistió con la fraternidad universal".

Del acto participaron el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, en representación de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y el rabino y embajador de la paz ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Daniel Goldman, por el judaísmo. 

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Además, se encuentran Omar Abboud, expresidente del Centro Islámico de Argentina (CIA), y Sheij Salim Delgado, titular de la Mezquita Al-Ahmad. Por el islam asistió el exarzobispo de la Iglesia Apostólica Armenia, Kissag Mouradian; por el protestantismo, Mariel Pons, pastora de la Iglesia Evangélica Metodista, y Norberto Saracco, por la Iglesia Evangélica Pentecostal.

En representación del Gobierno se hicieron presentes el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el canciller, Gerardo Werthein, y el secretario de Culto, Nahuel Sotelo.

"Fue una persona con la que mantuve una relación de casi 60 años. Tengo una enorme tristeza por su partida, pero también un enorme orgullo de que un papa argentino haya tenido ese rol en el mundo", indicó Francos ante la prensa, tras llegar a la Catedral. 

"Uno de los grandes sellos de su papado fue el diálogo interreligioso. Están viajando muchos líderes de otras religiones para acompañar esta despedida", había expresado Sotelo en diálogo con Infobae, en relación al funeral que se realizará en Roma el fin de semana próximo.