Cuando se habla de peronismo entra en juego la historia política argentina para entender el proceso: la defensa hacia los trabajadores, las leyes sociales que contengan a los sectores más vulnerables y también el surgimiento del movimiento a partir del sindicalismo. En ese marco, nadie podría sospechar que Florencio Randazzo tirara dardos hacia el propio espacio que lo vio nacer políticamente.

El exfuncionario, quien entre 2007 y 2015 estuvo en el gobierno de Cristina, se reunió vía zoom con jóvenes profesionales, empresarios y dirigentes políticos de Córdoba. Una provincia que, por definición, es antiK y vaya si lo demuestran las sucesivas elecciones legislativas y presidenciales.

En el “Foro de Intercambios” con emprendedores cordobeses y funcionarios del gobierno de Juan Schiaretti, el debate tuvo su centro en “cómo sacar a la Argentina del estancamiento”.

Algunas definiciones asombraron a propios y extraños. “Está demostrado que cada vez ponemos más planes sociales y aumenta más la pobreza”, disparó Randazzo hacia todos los colores políticos, aunque sin personalizar. Pero, después, fue por más y le puso nombre. “La dirigencia sindical es parte del problema y las organizaciones sociales también pasaron a ser parte del problema”, fustigó el ex ministro de Transporte y del Interior.

“Es hora que transformemos esos planes en trabajo, y poner dinero en la pequeña y mediana empresa con el compromiso de generar empleo”, propuso Randazzo.

En ese mismo sentido, planteó la necesidad de una “ley laboral moderna” que impulse la “incorporación del 50% que está afuera del sistema” y que “respete los derechos de quienes ya tienen trabajo”.

El excandidato a senador por el Frente Justicialista Cumplir sostuvo que “la mejor forma de darle dignidad a la gente es que puedan conseguir trabajo” y, a la vez, consideró que “esa discusión parece prohibida en Argentina”.

¿Tejiendo una nueva coalición?

La contundencia de sus declaraciones lo muestra desprendido del Frente de Todos. Tampoco quiere saber nada con Juntos por el Cambio. “Son los dos muy conservadores, no transformaron nada”, criticó el ex funcionario nacional a las dos coaliciones. Con el peronismo republicano de Miguel Angel Pichetto, hoy cercano al frente opositor, no hubo contacto.

Randazzo viene haciendo trabajo de hormiga y su objetivo será construir liderazgo dentro del peronismo más moderado. Ya mantuvo reuniones con Roberto Lavagna, con dirigentes del interior bonaerense y, ahora, con el sector del peronismo cordobés de Schiaretti.

Habrá que seguir sus pasos para saber si, de cara a las próximas elecciones legislativas, puede construir la cada vez más acotada avenida del medio. Una tarea difícil para la política argentina, en medio de una sociedad dividida en dos colores y marcada por los “antis”.