Pese a que en la semana se encargó de visibilizar su precandidatura presidencial con un raíd por los medios de comunicación y distintas reuniones que mantuvo con dirigentes del peronismo, Alberto Fernández aprovechó la inauguración del Parque Municipal Néstor Kirchner en la localidad de Merlo para pronunciar su primer discurso en clave electoral

En una alocución breve y concisa -se extendió por menos de 10 minutos-, le agradeció a su compañera de fórmula por ungirlo como el referente del espacio y dejó en claro cuál será su muletilla de campaña: la gestión que realizó como jefe de Gabinete del expresidente entre 2003 y 2007, donde el país logró sanear la deuda con el Fondo Monetario Internacional y salió de la cruenta crisis que tuvo su punto más algido en 2001. 

"Que todo empiece un 25 de mayo es espléndido para mí, porque fue el día que llegamos con Néstor para empezar a cambiar la historia", afirmó. En ese período, Argentina logró superávit gemelos inéditos: excedente primario de 3% del PBI en promedio y un saldo positivo en la cuenta corriente de la balanza de pagos que promedió un 4,8% del producto.

Fernández equiparó la coyuntura socioeconómica de ese entonces con la actual, catalogó como maravillosos a los cuatro años en los que se desempeñó como ministro coordinador y se caracterizó como un aprendiz del exmandatario, fallecido el 27 de octubre de 2010.

Se presenta Alberto como el candidato capaz de revivir al primer kirchnerismo

Enérgico, se atribuyó "haber sacado a los argentinos del mayor de los pozos, que es la pobreza y la marginación", y sentenció, ante el clamor del público presente: "Ahora, vamos a hacer lo mismo. A los 4 millones y medio de pobres que dejó Macri, les vamos a tender la mano y los vamos a traer adentro".