"No sé qué hará Massa. Yo lo tengo decidido". La frase de Felipe Solá define su momento. Distanciado del líder del Frente Renovador, aunque aun dentro del espacio, el diputado nacional ya empezó su campaña presidencial.

"¡Quiero ganarle a Macri y voy a trabajar para ganarle a Macri!", se envalentonó en diálogo con Infobae, y se mostró como una opción de unidad en medio de las visiones antagónicas -y acaso insalvables- que por ahora encarnan Juan Manuel Urtubey y Agustín Rossi.

El exgobernador bonaerense ya empezó a caminar y a mostrarse como candidato. Participó de cuanto encuentro "por la unidad" pudo, se hizo presente en todas las marchas contra el Gobierno y se sumó a cada reclamo de trabajadores. 

"Yo quiero ganarle a Macri representando a un peronismo unido, no quiero ir a una elección con dos peronismos. El que trabaja para que haya dos peronismos trabaja para Macri", dice en un tiro por elevación a Massa, con quien ya no se habla y cuyo lugar en el esquema electoral del PJ todavía no queda claro. 

La "ancha avenida del medio" que empezó a pavimentar el tigrense en 2013 no era una expresión dentro del peronismo sino fuera de él. La última elección le demostró que los caminos tienden a ser solo dos (oficialismo cambiemita y oposición peronista) y que, a lo sumo, podrá elegir un carril.

Se desmarca Felipe Solá de Massa y anticipa su candidatura con guiños al PJ y al kirchnerismo

Solá lo define así: "Si sos más antikirchnerista que antimacrista no sirve. Es una locura esta idea de buscar el peronismo puro. Yo quiero a todos los que quieren ganarle a Macri porque es a Macri a quién hay que ganarle". Por eso, también le hizo un guiño a la expresidenta: "Aunque hace años que no hablo con Cristina necesitamos también de los votos kirchneristas".

Ante los suyos, cuando los cita para discutir el modelo económico macrista y tratar de delinear el propio, Felipe suele intentar saldar el problema con una pregunta: "¿Se entiende que nuestra mancha venenosa no es Cristina sino Macri y el Fondo Monetario?".