El 25 de septiembre de 2020, el Parque Solar Cauchari comenzó a inyectar energía al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Luego de una fase de prueba protocolar de 15 días, esta enorme fuente de energía renovable comenzó a funcionar en todo su potencial: a través de esta red, la energía que reciben 1,2 millones de paneles solares desperdigados por un predio de 600 hectáreas es transferida a diferentes puntos a lo largo y ancho del país. Toda esa energía nace en Jujuy.

Hace ya un tiempo que la provincia, de la mano del radical Gerardo Morales, decidió apostar por las industrias alternativas y sustentables, que en el mundo son una realidad muy tangible y en Argentina, hasta hoy, eran sólo una promesa. Pero ese panorama comienza a cambiar, con una fuerte apuesta que llega del norte. Es conocido el protagonismo de Jujuy en la creciente industria del cannabis medicinal y la extracción de litio.

Pero en lo que concierne a la energía solar, los jujeños adquieren un protagonismo que quizá jamás tuvieron en el mapa industrial e infraestructural nacional. Ahora no solamente almacenan una energía natural, renovable y fuertemente prometedora a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, sino que la distribuyen a todo el país.

Cauchari es uno de los lugares con más radiación del mundo y se estima que tiene 2400 horas de sol pleno al año. Pocos lugares del planeta cuentan con un potencial tan importante para la generación de energía solar. Jujuy, finalmente, decidió explotarlo.

Invertir en la comunidad

La apuesta del gobierno provincial se enfoca en que las obras traigan prosperidad para la provincia y, para conseguirlo, la inversión local ya llega a los 100 millones de dólares, más el soporte de financiación internacional que Morales logró, con tasas favorables.

Ahora bien, el 60% de los 1200 trabajadores empleados en la construcción del predio son oriundos de comunidades originarias de la zona. Incluso ya en funcionamiento, la planta seguirá otorgando regalías permanentes: la comunidad de Puesto Sey, por ejemplo, recibirá un 2% de las ganancias totales.

Los jujeños decidieron utilizar el mismo modelo que aplicaron para el desarrollo del litio: asociación y consenso de las comunidades locales, generación de puestos de trabajo y reinversión de los capitales obtenidos hacia la infraestructura estatal. Desde San Salvador afirman que ya tienen planes para la construcción de 250 nuevas escuelas, a lo largo de todo Jujuy, que se financiarán con las regalías del parque solar.

Un plan de crecimiento integral que, además de hacer pie en áreas productivas que generan un progreso sustentable en el mundo, devuelve en obras las regalías a la sociedad.