Tras la denuncia de Thelma Fardin, el miércoles pasado los senadores nacionales en sesión extraordinaria posaron con el cartel #MiraComoNosPonemos, la frase que impulsaron las actrices en contraposición a la que usaba Juan Darthés a sus víctimas. Un día después, una empleada de planta permanente del Senado de la Nación denunció al legislador radical Juan Carlos Marino por acoso sexual. Por sorteo, la presentación le cayó al juzgado federal n° 5 y a la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n°6.

En la denuncia, Claudia Mabel Guebel, de 51 años, contó: "El senador estipuló que mis funciones fueran desempañadas desde mi domicilio. Nunca tuve un trato de amistad ni de confianza, sí de respeto por su función". "Al mes de empezar a trabajar, comencé a recibir mensajes de WhatsApp a mi celular que conservo actualmente. En esos mensajes me decía '¿Dónde estás?' '¿Dónde vivís?' 'Voy a estar por allá; me doy una vuelta' 'Preparate, que voy a tu casa'. Me enviaba videos alusivos al sexo", manifestó.

También aclaró que no tenía vínculo, ni de confianza, ni de amistad y recalcó que los mensajes se los mandaba "constantemente, varias veces por semana". Lo más fuerte de su relato tiene que ver con el momento en el que estuvieron sin una tercera persona. "Una vez que nos encontramos solos directamente me tocó los pechos y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café, me dijo que aguardara su llamado que en cualquier momento nos veíamos", recordó.

Sacuden las denuncias a Cambiemos en el Senado: el radical Marino, acusado de abuso sexual

Guebel especificó en la denuncia que ingresó a la Cámara de Diputados como empleada en 2001, pero a partir de 2004 y hasta 2016 se desempeñó como secretaria de la Convención Nacional de la UCR. A continuación, volvió a trabajar en Diputados, en la comisión de Juicio Político, hasta que hace aproximadamente un año empezó a desempeñarse como asesora de Marino. Ttambién contó que los días 14 de cada mes iba al Senado para que Marino le firmara un certificado de asistencia, y señaló: "La primera vez que me presenté en el despacho de Marino, me hizo pasar a su oficina donde se encontraban varias asistentes que al notar mi presencia automáticamente salieron del despacho. Una vez que nos encontramos solos directamente me toco los pechos, y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café, me dijo que aguardara su llamado que en cualquier momento nos veíamos".

Apuntó, además, al jefe de despacho del senador, Pedro Fiorda. "Al mes siguiente, concurrí al despacho del Senador, me atendió en esta oportunidad Pedro Fiorda, quien me hizo pasar a su oficina, en esta ocasión me dio conversación, me invitó a sentarme, me comentó que Marino tenía aspiraciones de ser Gobernador de la Provincia de La Pampa y que tenía intenciones de hacer una operación política acusando de pedofilia al por entonces pre candidato a Gobernador de La Pampa por Cambiemos. Luego de ello, Fiorda me tomó de los dos brazos con fuerza, y me introdujo su lengua dentro de mi boca con violencia, yo intenté separarlo pero no lo logré. Luego me dijo 'Te voy a llamar a ver como seguimos'", relató.