Tras la polémica en torno a la derogación del protocolo de atención para la interrupción voluntaria del embarazo, el secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, presentó este viernes su renuncia "indeclinable" a su cargo.

“La derogación del protocolo en el día de la fecha, me obliga a renunciar indeclinablemente a mi cargo ya que durante toda mi gestión tuve como una de mis máximas prioridades la ampliación de los derechos de mujeres, niñas, adolescentes, las personas con capacidad de gestar y la comunidad LGBTTIQ+", explicó en la carta de renuncia dirigida al presidente Mauricio Macri.

"Estoy convencido que a pesar de muchas limitaciones personales y de contexto, de las luces y las sombras de mi gestión, traté de dar lo mejor de mi para jerarquizar la salud pública", continuó el secretario en su escrito, que presentó formalmente pasado el mediodía, aunque desde temprano se especulaba con que declinaría de su cargo.

El protocolo publicado el miércoles estipulaba una guía de acción para médicos y personal de salud, para garantizar un derecho en los casos en los cuales el aborto es legal en el país, tal como está establecido en el Código Penal de 1921, y reforzado por el Fallo F.A.L. de la Corte Suprema de la Nación, en 2012.

Allí se dejaba en claro los causales en los que el aborto no es delito: cuando el embarazo genera un riesgo en la vida o la salud de la persona gestante; y cuando es producto de una violación.  También ponía el foco en el trato a niñas y adolescentes y en cómo funciona la objeción de conciencia.

Si bien se trataba de una actualización, adaptándola a las modificaciones al Código Civil; se le daba entidad jurídica, algo que según explica Rubinstein en su escrito, era una demanda de las provincias. "Dado que se trata de un protocolo de actuación médica de competencia de la autoridad sanitaria, no correspondía dar intervención a otros organismos gubernamentales", añade.

El miércoles, horas después de que el protocolo se publicara en el Boletín Oficial se abrió la grieta en Juntos por el Cambio. La del senador Federico Pinedo fue una de las primeras voces que apuntaron contra Rubinstein. Más tarde trascendió que Macri había dado la orden de dar marcha atrás con la resolución.

El jueves, en conferencia de prensa, los ministros Alejandro Finnochiaro y Carolina Stanley comunicaron la decisión de revocar el protocolo, indicando que el secretario de Salud “debería haber tenido otro tratamiento dentro del Gobierno”. “Es una cuestión de forma. No estamos haciendo juicio de valor sobre el tema o sobre Rubinstein”, dijeron.

Desde el radicalismo salieron en defensa del secretario de Salud. Martín Lousteau emitió un comunicado donde expresó su “respaldo al secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, que lo único que hizo fue cumplir con el Código Penal y el fallo F.A.L. de la Corte Suprema”. “Este gobierno dio un gran paso adelante cuándo abrió el debate sobre el aborto y hoy el Presidente sorprende con esta decisión contradictoria y que reprobamos”, manifestó el miércoles.

El texto de la derogación del protocolo menciona al Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) como actor inconsulto para su elaboración. En ese contexto, su titular, Fabiana Túñez, emitió un comunicado este viernes manifestando que “si bien es cierto que formalmente el INAM no fue consultado, ello no implica oposición de fondo en cuanto a su contenido. En virtud de ello, solicito al Jefe de Gabinete que arbitre los medios necesarios en forma urgente para garantizar la aprobación del Protocolo contenido en la citada Resolución, el cual consagra derechos a todas las mujeres, niñas y adolescentes". Y refuerza que "el Protocolo en cuestión se basa en lo que ya es legal en Argentina desde 1921 y en los fundamentos emitidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo F.A.L de 2012".