Las elecciones de medio término de los Estados Unidos, que funcionaron como una referéndum de la gestión de Donald Trump, dejaron al presidente norteamericano con el control del Senado y un revés en la Cámara de Representantes, ya que los demócratas recuperaron su control.

En una pelea voto a voto, el partido del ex presidente Barack Obama cumplió su objetivo de volver a dominar la cámara baja, algo que no hacía desde 2010, pero no pudo concretar la "ola azul" anti-Trump al quedar el Senado en manos republicanas.

Revés para Trump: retiene el Senado pero los demócratas recuperan la Cámara de Representantes

En la previa de los comicios, el mandatario norteamericano puso el foco sobre el auspicioso momento económico que atraviesa el país: mediante el proteccionismo implementado, el PIB creció en un 3% y el desempleo registró el número más bajo en 50 años -3,7%-. 

Sin embargo, los logros económicos no le alcanzaron para retener el control en ambas cámaras, algo que complica sus planes para el resto de su mandato, ya que tendrá que salir a negociar con los demócratas. Con mayoría en la Cámara de representantes, la oposición estadounidense podrá bloquear iniciativas del mandatario y también investigar sus finanzas.

Pese a todo, Trump salió a festejar: "Tremendo éxito", dijo sobre las elecciones en su cuenta oficial de Twitter, en la que tiene más de 55 millones de seguidores.

Las 435 bancas de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y 36 gobernaciones estaban en juego junto a numerosos cargos locales y estatales.