Claudio Uberti se convirtió ayer en el primer arrepentido de los ex funcionarios en la causa de los cuadernos. El ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales fue parte del gobierno kirchnerista y fue desplazado después del episodio con la valija de Antonini Wilson. De acuerdo a lo que le afirmó al fiscal Carlos Stornelli y al juez Claudio Bonadio, era maltratado y obligado a recolectar dinero tanto para Néstor como para Cristina Kirchner.

Las revelaciones más fuerntes de Uberti ante Bonadio

- "Yo tenía que retirar 150.000 dólares por mes de cada una de las concesionarias"

Uberti habló de ese "piso" que le habrían puesto con respecto a la cantidad de plata que debía recolectar de las empresas que estaban bajo su órbita.

- "Le llevaba a Néstor Kirchner los bolsos con la plata que recaudaba en las concesionarias viales y hacía esas entregas en el despacho presidencial de la Casa Rosada o en la quinta de Olivos"

Según el ex funcionario, la maniobra se la reportaba directamente al Presidente, sin intermediarios.

- "Le entregué el bolso y le conté que una empresa había aportado solamente pesos; explotó, su ira fue tal que empezó a pegarle patadas al bolso y volaron los pesos por todo el despacho. El Malo tenía esos modales"

Así describió un episodio en el cual fue hasta la Casa Rosada y Néstor Kirchner se habría enojado porque "el aporte" estaba en peso y no en dólares como él reclamaba. También, aseguró que el apodo del ex presidente era "El Malo" justamente por esa forma de tratar a funcionarios y empleados. En otro tramo de su declaración, aseguró que tratar con Cristina "era peor".

- "Esto es para que sepas que les pasa a los traidores"

Contó también una anécdota donde supuestamente, en un viaje a Madrid, Kirchner se habría enojado con su jefe de protocolo, Rubén Zacarías, porque habían llegado tarde los diarios. En ese momento, le habría pedido al secretario Daniel Muñoz que "le de tres". De acuerdo a Uberti, Muñoz se paró y le dio tres trompadas. La frase de los traidores la habría dicho Kirchner después de eso.

- "Un día llegué con 10 millones de dólares. No estaban Néstor ni Cristina, entonces pedí conocer el dormitorio. Pero no se podía pasar. Estaba repleto de valijas, bolsos y mochilas con billetes"

Así describió Uberti una de las veces que fue hasta la Quinta de Olivos.