Mario Quintana, uno de los vicejefes de Gabinete y gestor del Gobierno en los mercados financieros, se sinceró la semana pasada ante banqueros y operadores de Wall Street: admitió que el Gobierno apuesta a la caída del salario real para poder afrontar la baja del déficit fiscal prometida al Fondo Monetario.

Según publicó Marcelo Bonelli en Clarín, en una reunión que mantuvo en Nueva York con referentes del sector bancario y financiero, Quintana dijo que "hay mejoras en el frente fiscal" que no puede anunciar en Argentina porque perjudicaría al Gobierno "en lo político" y habló, concretamente, de "la caída del salario real".

El hombre de Marcos Peña trató, así, de contener la creciente desconfianza de los lobos de Wall Street. Lo acompañaban el vice del Banco Central, Gustavo Cañonero, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili. Los tres, en su rol de "mensajeros", se encargan de trasladarle al presidente Mauricio Macri el clima que se vive en ese mundo, para muchos indescifrable.

Quintana en Wall Street: "Cristina no puede ganar un balotaje"

Quintana, además, dejó en evidencia que el mensaje del Gobierno sobre del escándalo de los cuadernos es diferente hacia adentro y hacia afuera. Aunque Nicolás Dujovne, Rogelio Frigerio y hasta el propio Macri dijeron en los medios locales que el caso profundizará la recesión, el ex CEO de Farmacity interrumpió a un banquero que estaba esgrimiento ese argumento. "Usted está equivocado, la investigación de los cuadernos no afectará la economía argentina", prometió.

El funcionario también intentó usar los cuadernos para llevarles tranquilidad en el plano electoral. A pesar de la "tormenta", los inversores quieren que Macri sea reelecto. Quintana les aseguró que "está garantizado que Cristina no puede ganar un balotaje" y que "los cuatro candidatos mejor posicionados son de Cambiemos: Macri, Vidal, Larreta y Carrió".

También dijo que la candidatura de CFK, aun presa, "impide que surja algún otro peronista con posibilidades" y aunque "el peronismo racional no existe electoralmente". "Eso asegura el triunfo", se envalentonó.