El empresario de la industria alimenticia, Martín Cabrales, se mostró este sábado expectante respecto al plan económico de Alberto Fernández, pero criticó con dureza el proyecto de Ley de Góndolas al que la Cámara de Diputados le dio media sanción en la última sesión del año.

El CEO de Café Cabrales, que ha declarado su respaldo a la idea de pacto social que quiere llevar adelante el presidente electo, afirmó hoy que está esperanzado de “las medidas del próximo Gobierno para incentivar el consumo”, dado que el país “está pasando por un momento difícil y el poder adquisitivo de los ciudadanos ha bajado mucho”.

Cabrales es miembro de la COPAL y estuvo sentado en la mesa en la que se presentó de manera formal el plan contra el hambre que impulsa Alberto Fernández como primera medida de su futuro gobierno. El empresario, a su vez, se ha manifestado a favor de una reforma laboral que reduzca costos a las compañías y de una flexibilización que les permita mayor facilidad para contratar y despedir gente.

Más allá del apoyo que le brindó al presidente electo, Cabrales apuntó contra el proyecto de Ley de Góndolas que fue aprobado por unanimidad en la Cámara baja este miércoles. “Con esta ley no se favorece a nadie. No resuelve el tema de fondo. Tenemos un problema en las industrias, en las pymes, que no es el supermercado, es el del funcionamiento, el de una tasa de interés muy alta. Cuesta mucho financiarse”, analizó.

En este sentido, agregó que “el tema del consumo interno es fundamental, está totalmente caído y esta medida en sí no ayuda a nada de eso, se mete demasiado en el negocio del supermercadista”. Elisa Carrió, una de las promotoras de la iniciativa, había disparado contra los supermercados en su exposición en la Cámara baja: “Estafan constantemente. Si se tienen que fundir para que nazcan los almacenes, mejor para la historia de la Argentina”.

El proyecto prohíbe la utilización de una góndola en más de un 30% de su capacidad para una sola marca, proveedor o grupo de empresas proveedoras relacionadas o vinculadas dentro de una misma categoría de producto. 

"Establece porcentajes dentro de la góndola. Prácticamente, tendría que haber un escribano por sucursal con un centímetro para ver si se está cumpliendo o no la ley", consideró, y añadió que "se corre el riesgo de que en muchos sectores haya desabastecimiento, porque no todas las empresas tienen la capacidad de llegar al supermercado".