En la última semana, el Gobierno nacional recibió dos noticias internacionales con mucha influencia para la economía del país: la primera, el histórico acuerdo de unión estratégica entre el Mercosur y la Unión Europea, que provocó euforia en los despachos oficiales. La otra produjo menos festejos. Christine Lagarde renunció al Fondo Monetario Internacional tras ser nominada para presidir el Banco Central Europeo.

La abogada francesa será reemplazada por su vice, el estadounidense David Lipton. Si bien el cambio de piezas no representa (a priori) modificaciones en el acuerdo entre la entidad y el país por US$ 57.000 millones, Mauricio Macri encontró en Lagarde un apoyo irrestricto a todos los pedidos que realizó desde que cerró el millonario préstamo -adelantamiento de fondos previstos para 2020 y 2021, habilitación para vender divisas dentro de "la zona de no intervención" del dólar, $20.000 millones adicionales para que la Casa Rosada vuelque en el gasto social, etc-.

Lagarde, afuera del FMI: una torre menos en el tablero internacional de Macri

El Canciller consultó con economistas sobre el impacto que podría tener para el país su salida del organismo multilateral.

Para Martín Tetaz, especialista en Economía del Comportamiento, no tendrá ninguna consecuencia. "El más comprometido es el Fondo y no Argentina. La mayor parte de la plata ya se desembolsó, tiene el 50% de su dinero puesto en el país. Está obligado a renegociar o a negociar buenas condiciones para poder cobrar. La posición de Argentina en el FMI está muy fuerte", subrayó. E indicó que el posible ingreso de Lagarde al Banco Central Europeo le podría traer beneficios al país, en caso de que el BCE decidiera comprar títulos públicos que hicieran bajar al Riesgo País.

El analista de mercados Claudio Zuchovicki coincidió en este punto: "Quizás nos ayude desde el Banco Central de Europa".

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En la misma línea, el director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, argumentó que nada cambiará, ya que el respaldo internacional "obedece estrictamente a la decisión política de Donald Trump y las democracias capitalistas occidentales de apoyar a la Argentina. Lagarde fue la ejecutora pero el FMI es un instrumento. Lo harán con Lipton ahora, con Lagarde antes y con quien fuere".

Por su parte, el exsecretario de Comercio de Axel Kicillof, Augusto Costa, analizó: "Queda la duda si Lipton se pondrá más inflexible ante una posible renegociación, porque no fue él quien negoció el acuerdo. Pero también es cierto que tiene que responder en nombre del FMI a este desastre que hicieron, de otorgarle plata a un gobierno que no da mínima garantía de poder generar crecimiento para repagar la deuda".

Acuerdo Mercosur-UE

La Comisión Europea divulgó un documento en el que detalló múltiples eliminaciones de aranceles para el sector agropecuario y la industria por parte de los dos bloques participantes.

Este miércoles, Macri recibió en la Quinta de Olivos a empresarios líderes, que le manifestaron la necesidad de reducir la carga impositiva para ser más competitivos. El Presidente coincidió y anunció que habrá un fondo específico de la UE destinado a las PyMes, para que puedan reconvertirse.

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Ante la consulta de este medio, Elizondo dejó en claro que no es posible avizorar ganadores y/o perdedores con el acuerdo, ya que dependerá de las políticas domésticas que pongan en práctica los países suscriptos. Sin embargo, aclaró que si Argentina no corrige sus desequilibrios macroeconómicos (inflación, tasas voladoras), todos los sectores vinculados con PyMes van a ser muy perjudicados. "Con todo, creo que el principal perjuicio será para aquellos que no se adapten a la evolución tecnológica, que es la principal amenaza, y no el libre comercio", puntualizó.

Costa, creador del programa Precios Cuidados bajo el ala de Kicillof, fue tajante en su consideración. "Esto avanza en una desindustrialización. Dadas las diferencias de competitividad entre un bloque y otro, va a significar la imposibilidad de continuar operando a muchos sectores que hoy dan mucho empleo de calidad", indicó. Y agregó: "La respuesta del Gobierno es que los sectores se tienen que reconvertir. Pero no dice cómo va a contribuir el Estado para hacer a los sectores más competitivos. Pretende que desaparezcan esos sectores. La reconversión es dejar de producir bienes de mediana tecnología para pasar a un modelo completamente primario".

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"En conclusión, ganan unos pocos sectores que pueden aumentar relativamente poco su acceso al mercado europeo y pierde gran parte de la industria argentina. Esto es lo que siempre se sabía y lo que trascendió de la letra chica solamente lo ratifica", cerró.