Según un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la proporción de la deuda pública argentina en relación al Producto Bruto alcanzó el 77,4% a mediados del año pasado y alcanzará el 97,7% si el Fondo Monetario aprueba todos los desembolsos previstos. 

El 77,4% contemplaba el primer desembolso del FMI, de 15.000 millones de dólares, pero no el de 13.400 millones de octubre, por lo que aclaró que el porcentaje actual está por encima del 80% y crecerá todavía más cuando ingrese el monto total y, según la consultora LCG, se acercará al total del PBI en diciembre de 2018, cuando alcance el 97,7%.

Así, la CEPAL ubicó a la Argentina como el país más endeudado de la región, por encima de Brasil, Costa Rica y El Salvador. Sin embargo, en el Gobierno buscan restarle impacto a la cifra: hoy el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, validó los números de la CEPAL pero sostuvo que son "razonables" teniendo en cuenta que Argentina recuperó la credibilidad en el plano internacional y tiene un cronograma de pagos fijado.

En una conferencia de prensa este mediodía, Ibarra lanzó un inesperado elogio al kirchnerismo, al afirmar que "Argentina tenía una bajísima relación deuda-PBI" y eso le permitía "potenciar el crecimiento a través de deuda para obras de infraestructura". Sin embargo, aclaró que fue el gobierno de Mauricio Macri el que recuperó la credibilidad del país y le permitió volver al crédito internacional.

Además, el funcionario sostuvo que Argentina tiene un endeudamiento "en niveles respecto del PBI que son razonables" ya que "tienen un cronograma previsto de vencimientos" y está asociado a variables macroeconómicas como la política monetaria, la política fiscal y el crecimiento del PBI "sobre bases sólidas", que es "la gran diferencia" con el kirchnerismo. "No es para nada una preocupación", aseguró.