Para Emilio Monzó su salida del Congreso, en la que dirigentes de distintos bloques lo aplaudieron de pie, estuvo lejos de ser una despedida. El reconocimiento parlamentario, en cambio, le dio fuerzas para no abandonar lo que tanto reivindicó: la rosca política.

Es que unas semanas atrás, las crónicas periodísticas ubicaban al próximo expresidente de la Cámara de Diputados lejos de la política nacional. Entre los causantes ubican una pelea con la cúpula de Juntos por el Cambio y su intención de radicarse en una embajada.

Sin embargo, todo cambió. "Es imposible que se aleje de la política", confirmó a El Canciller un colaborador del dirigente de Carlos Tejedor. Incluso, el mismo vocero aseguró que Monzó tiene agendado, para la semana entrante, un plenario en el Conurbano.

"Es un primer paso para recorrer la provincia", completó.  La primera parada será este jueves en  Florencio Varela, donde el senador Eduardo "Rulo" Schiavo y el concejal local Maximiliano Bondarenko convocaron a un "plenario de la tercera sección" para el próximo jueves, con Monzó como único orador.

En la provincia, el equipo Monzó tendrá que compartir o combatir contra otro peso pesado de Juntos por el Cambio: María Eugenia Vidal. La gobernadora descartó, en una entrevista con La Nación, su pase a la Ciudad. "Tengo un compromiso con los bonaerenses", aseguró.

Consultoría por embajada

La figura del dirigente peronista es apreciada por una parte del Frente de Todos. Por eso mismo, no extrañó haya circulado, con fuerza, un supuesto ofrecimiento para ser embajador de un país clave para Alberto Fernández: Portugal.

Sin embargo, el exilio no pareciera estar en la mente de Monzó, quien espera el 10 de diciembre para armar una consultoría con Nicolás Massot.

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Tampoco Monzó quisiera pasar al Frente de Todos. En ese sentido, en su columna en Clarín, Santiago Fioriti explicó que el dirigente podría orientar a los legisladores que le responden a forman un bloque propio dentro del interbloque de Juntos por el Cambio. Serían, en total, diez legisladores. Entre ellos, Silvia Lospenatto, Sebastián García de Luca, Gabriel Frizza.

Y si bien esa decisión mantendría a Monzó dentro de Juntos por el Cambio, también traería sus consecuencias: si se da el nuevo bloque, la UCR pasaría a ser la fuerza más fuerte en la alianza proximamente opositora, con 47 diputados.

El Pro contabilizaba a 51 legisladores propios. Con la posible movida, el número pasaría a ser menor a 46.