Hugo Moyano cumplió su cometido. El secretario general de Camioneros pasó por Balcarce 50 con la intención de verse las caras con Alberto Fernández. El también presidente de Independiente sigue enojado con el Frente de Todos desde la designación de Mario Meoni al frente de Trasporte.

Para verse con Fernández, Moyano debió pedir una audiencia con el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro. En ese primer "filtro", según contó Infobae, el sindicalista le manifestó su preocupación por la "poca consulta" sobre el día a día en Transporte.

Antes de la asunción de la fórmula Fernández-Fernández, se barajaba que Moyano había solicitado colocar a un colaborador suyo (Guillermo López del Punta era el nombre que circulaba) para suceder en el cargo a Guillermo Dietrich.

El Presidente, en cambio, eligió a Meoni, de fuerte vínculo con Sergio Massa. Y Moyano explotó. "Este gobierno, que los trabajadores le hemos dado la posibilidad de que asuma el día de mañana a conducir los destinos del país, debería convocar a los hombres del trabajo para algunos lugares donde se discute la actividad que uno desarrolla, porque ponen a un funcionario que puede haber estudiado, pero no conoce en profundidad la actividad", dijo sobre la asunción del ministro.

“Cada compañero conoce la actividad en profundidad, porque la ha vivido, la ha sufrido y la ha trabajado, sin embargo te ponen un funcionario que no tiene idea de lo que habla, como nos ha pasado a nosotros con el ministro de Transporte”, sumó en un acto de la Juventud Sindical, con la intención de "marcarle" la cancha a Meoni.

Si bien desde Interior no dieron detalles de la reunión, una vez que finalizó la audiencia, De Pedro y Moyano pasaron por el despacho presidencial para dialogar con Fernández. Según Clarín, también se coló en el temario la disputa por el gremio de la UTA: Camioneros "apoya" al sector disidente a Roberto Fernández.

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Paritarias, una "obsesión" para el Gobierno

Más allá de las internas en Transporte, en Casa Rosada aún persiste cierto malestar con Camioneros. Es que desde el Gobierno pretendían que los sindicatos "sean moderados" en las paritarias.

En ese sentido, el objetivo de la Rosada era que los acuerdos paritarios sean "pateados" hasta mitad de año y, hasta ese entonces, reemplazar con aumentos fijos, decretados por el Gobierno.

CGT CTA
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Camioneros, por caso, "desoyó" el pedido del Ejecutivo y arregló, con las tres cámaras del trasporte de cargas un incremento salarial escalonado del 26,5%. La suba es sólo para el período enero-julio. Así completa una recomposición anual de 49,5%.

Para Fernández, los números de las paritarias son esenciales. De hecho, este lunes -en diálogo con Radio Rivadavia- había adelantado que en estos días comenzaría "una serie de reuniones con sindicalistas para organizar las cosas". "(Los gremios) son muy importantes, quiero que sean parte de este tiempo, no sólo que se sienten a las mesas paritarias. Antes de que empiece me he ordenado la agenda para hablar con todos ellos".