Mejor rebelde que procesado. Bajo esa premisa, Carlos Stornelli no tiene ningún interés en presentarse al sexto llamado a indagatoria que esta mañana le comunicó el juez federal Alejo Ramos Padilla. La cita será el próximo 18 de julio, al filo del comienzo de la feria judicial.

En la misma resolución, citó al ¿ex? espía Antonio Stiuso como testigo y volvió a recordarles, de manera muy cordial, que son bienvenidas al Juzgado de Dolores para declarar, en condición de imputadas, Elisa Carrió, Mariana Zuvic y Paula Olivetto.

¿Por qué decide Ramos Padilla citar al fiscal federal de nuevo? En el escrito, sostuvo que la Cámara de Casación Federal, al rechazar los pedidos que hizo la defensa de Stornelli la semana pasada, dejó firme la rebeldía. Insistirá entonces con su objetivo: avanzar con la indagatoria y descongelar ese parte de la investigación.

El otro dato a tener en cuenta es que Ramos Padilla accionó, después del cuarto plantón que le hizo Stornelli y a propuesta de la Cámara Federal de Mar del Plata, el pedido de desafuero. No porque le interese particularmente sacarle los fueros al fiscal del caso de los cuadernos sino porque es el mecanismo previsto en la ley para este tipo de casos. Si hay un funcionario con fueros que no se presenta a declarar, el magistrado puede solicitar que se le quiten en pos de lograr la indagatoria.

Ese trámite está a cargo de la Procuración General de la Nación, donde Stornelli tiene varios expedientes abiertos. Su situación es reservada y se maneja bajo los tiempos institucionales y judiciales habituales en este tipo de situaciones pero que generan críticas en ciertos sectores, que piden mayor rapidez para el caso. Lo cierto es que, mientras tenga fueros, el juez no puede obligar a Stornelli a presentarse si el fiscal no lo desea

Stiuso, la AFI y la Corte

Mientras tanto, Ramos Padilla avanza sobre otros extremos de la investigación. A pesar de haber quedado ratificado como juez de la causa, sabe que la etiqueta de "provisorio” que le colgaron la Cámara Federal de Mar del Plata y la Casación podría complicarlo. Por eso, afina la investigación con las ramificaciones y los implicados en la red de espionaje que saltó por el falso abogado Marcelo D’Alessio.

El paso de Stiuso generó, en muchos de los querellantes, un halo de intriga y sospecha. ¿Por qué un hombre como "Jaime” decidió meterse ahora en el caso? ¿Puede alguien creer que fue "víctima” de operaciones de inteligencia? La lectura sobre una posible disputa con Carrió no parece tranquilizarlos y varios consideran que intentará empantanar la cancha.

El otro interrogante que da vueltas el expediente es sobre el rol de la Agencia Federal de Inteligencia. ¿Podía D’Alessio moverse de la manera que lo hacía y "chapear” impunemente sin que la AFI lo detectara jamás? ¿Pudo la Agencia formar parte de la estructura de espionaje ilegal?

A esto último se le suma la sospecha que la Corte Suprema lanzó hace dos semanas, después de exigir el fin del festival de escuchas. Para los cinco jueces, la AFI podría estar encargándose de operaciones de espionaje por fuera de las causas judiciales, algo que está estrictamente prohibido.