Por primera vez, el seleccionado de rugby argentino, Los Pumas, le ganaron al equipo neozelandés All Blacks. La victoria fue por 25 a 15 en el torneo Tres Naciones, por un try, seis penales y un gol de Nicolás Sánchez. Ya habían jugado 33 partidos, Argentina había perdido casi todos excepto uno que había empatado.

El try de Sánchez hizo vibrar al Bankwest Stadium de Sydney, gracias a la pelota que recuperó Julián Montoya. Desde el penal, los argentinos pudieron controlar la pelota sin problemas. Además, Sánchez fue autor de todos los puntos de Los Pumas.

A los 17 minutos, Sánchez puso el partido 22-10 y desde ese momento recibieron el ataque de los All Blacks sin cesar. Argentina supo salir victoriosa, pese a que no pudo entrenar durante meses por la pandemia. Se concentraron en la "Casa Pumas" y en Uruguay, en una burbuja sanitaria.

El partido finalizó con 25 puntos, el máximo de cualquier argentino ante los All Blacks. Quedó atrás la goleada de Hugo Porta (21 puntos) en el empate de 1985 en la cancha de Ferro. Mientras que el puntaje máximo que la selección argentina le había hecho a Nueva Zelanda era 24 puntos, en la derrota 46-24 en Nelson en 2018.

El tercer protagonistas de la noche, aparte de Sánchez y Montoya, fue el entrenador de Los Pumas, Mario Ledesma. "Antes que empiece el partido, no parecía real, luego de todo lo que pasó. Esto es una locura. Con la pandemia hay cosas difíciles de explicar, porque hay mucho intangible. Estaba tranquilo, pero le tenía mucha fe como antes del partido", expresó Ledesma a la prensa tras el triunfo.

Pese a que hubo casos de coronavirus en el equipo, Ledesma pudo conformar el plantel que tuvo jugadores del medio local y del extranjero. Antes de poder entrenar juntos, los jugadores lo hicieron en sus casas.

"Fue un año muy duro. Después del Mundial todos teníamos algo muy fuerte dentro, pero la pandemia nos dio tiempo para mirarnos adentro y transformarnos", expresó Sánchez en ESPN.

El rugbier comenzó su carrera profesional en la UAR con los Pampas en 2011. Se quedó con la posición de apertura y con la camiseta número 10.

Pese a las dificultades que les presentó la pandemia del coronavirus a los jugadores para entrenar, y luego los contagios que surgieron en la selección, superaron los desafíos y se consagraron este sábado.