El Parlamento de Perú definió que el ingeniero industrial de 76 años, Francisco Sagasti, ocupe el cargo que Manuel Merino dejó vacante al renunciar tras las masivas marchas -dejaron dos muertos y decenas de heridos-. Sagasti tendrá el rol de presidente hasta los comicios que están previstos para el próximo 11 de abril del año que viene.

El dirigente del Partido Morado se convirtió en el tercer mandatario del país en una semana tras la destitución de Martín Vizcarra. Los 97 votos a favor de la Mesa Directiva, lo llevaron a la presidencia.

Su papel será fundamental porque tendrá que frenar la grave crisis política y liderar una transición pacífica, con una agenda mínima, hasta las próximas elecciones presidenciales. Recién el 28 de julio asumirá el nuevo mandatario.

Su carácter conciliador lo destacó en el Congreso, donde llegó ocho meses atrás. Consiguió el escaño por Lima, de donde es oriundo, en la lista del Partido Morado. Su lema de campaña fue "Hacer una política decente, lucha contra la corrupción y reforma política".

La búsqueda de terminar con la corrupción en Perú es clave, dado que los últimos seis expresidentes fueron vinculados a escándalos de ese tipo. Desde Fujimori -asumió en 1990-, pasando por Toledo, García, Humala, Kuczynski, hasta Vizcarra. Solo 19 de 130 diputados no avalaron la remoción de éste último, entre ellos, Sagasti. 

Además, el nuevo mandatario es reconocido como una persona sensata. "Hoy no es un día de celebración, porque hemos visto la muerte de dos jóvenes en protesta", expresó Sagasti tras ser aprobada la lista que encabezaba. Tendrá que llevar un mensaje pacificador a la ciudadanía para ponerle un punto final a las movilizaciones.

En 1996, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, en el marco de la toma de la residencia del embajador de Perú, secuestró a Sagasti. Lo liberaron a los días y volvió a Costa Rica, donde vivía.

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Amplia trayectoria

Sagasti se desempeñó como presidente de la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Parlamento, además de ser el vocero principal de la bancada morada. Antes de ser miembro del Congreso, fundó y fue director ejecutivo del grupo de análisis GRADE en su país.

También fue asesor de los ministros de Industria, Relaciones Exteriores, Educación y de la Presidencia del Consejo de Ministros en distintos gobiernos. También del Jefe del Instituto Nacional de Planificación.

Asimismo, fue miembro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; y asesoró a empresas privadas, instituciones públicas y ONGs. A su vez, trabajó como consultor de Naciones Unidas y un alto ejecutivo en el Banco Mundial.

De 2009 a 2014 fue investigador principal de FORO Nacional/Internacional, una entidad que promueve el debate y el consenso sobre temas críticos para el desarrollo nacional e internacional.

Reconocido a nivel nacional e internacional

Además fue profesor en la Universidad del Pacífico y en la Universidad Católica, y supervisó proyectos en la empresa Niras Development Consulting en Suecia de 2016 a 2018.

Asimismo, obtuvo la medalla de Paz de la Organización de las Naciones Unidas y el premio Paul Hoffman, otorgado por la Sociedad para el Desarrollo Internacional, por sus aportes al desarrollo nacional e internacional. En el 2012 también recibió la medalla del Gobernador General de Canadá por su contribución para fortalecer las relaciones entre Perú y dicho país.

Quién es Francisco Sagasti, el nuevo presidente de Perú hasta las elecciones de 2021

Sagasti escribió más de diez libros sobre política, desarrollo, economía y tecnología, entre otros tópicos. No solo la experiencia profesional lo avala, sino también tiene un amplio recorrido académico. Tiene un máster en Ciencias en Ingeniería Industrial por la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) y un doctorado en Filosofía por la misma facultad.

Será el tercer presidente en una semana en medio de una aguda crisis política y movilizaciones que sacuden al país. Tendrá el desafío el desafío de estabilizar el país hasta las elecciones que, a su vez, representan una incógnita en una sistema político que devora a sus mandatarios.